A la alumbrada, una celebración de más de 100 años, se suma la suelta de globos

Este lunes 1 y el 2 de noviembre, la ciudad de Ojo de Agua recordará a sus seres queridos que partieron “y que su alma vive en nuestros corazones”, afirman los organizadores de este suceso que data de más de 100 años: la alumbrada. 

Entre la religiosidad y la alabanza, el recordar a través de un cirio prendido como un faro que ilumine las almas de los seres queridos que partieron, pero que formarán parte de la memoria de los seres amados que aún los recuerdan. 

Se iluminará el cementerio de Ojo de Agua mañana, desde las 22 horas. A este evento se le suma la suelta de dos mil globos  que serán lanzados como señal de conexión con el infinito. 

“Es una fiesta o una costumbre que congrega a más de 10 a 15 mil personas, es la fiesta más importante que tiene en cuanto a cantidad de personas del pueblo que participan. Porque hay que tener en cuenta que aquellas personas que vivieron en Ojo de Agua y sus seres queridos, sus ancestros, están en este cementerio y vuelven para recordarlos”, expuso el intendente de la ciudad Antonio Bitar. 

Fiesta y memorial

De esta celebración participa toda la localidad y aquel familiar que se fue por razones laborales y su ser querido continúa en tierras del sur santiagueño.

“El cementerio está ubicado sobre la Ruta 9 y se hace como una peatonal de casi cuatro cuadras, donde se instalan diferentes puestos de comida, venta de ropa, regalos y demás”, comentó a Nuevo Diario el jefe comunal de Ojo de Agua. 

“La costumbre aquí es que a partir de las seis de la tarde, los vecinos van al cementerio y hay gente que amanece al lado del panteón de su ser querido; hay personas que llevan su comida y cena al lado del lugar donde descansan los restos de su homenajeado”, comentó Bitar y expuso que “nosotros a la particularidad de la celebración agregamos por primera vez una suelta de 2.000 globos con helio a modo de ofrenda”, expresó el intendente.

Además, el jefe comunal comentó que este tipo de acontecimiento sería bueno proponerlo como evento turístico religioso. Al ser tan particular, una celebración para conectar con los seres queridos a través de una luz permanente que los traerá en una fiesta y memorial.