La esclerodermia es una enfermedad crónica, autoinmune, que se encuentra dentro de las enfermedades reumáticas. Sin embargo, afecta comúnmente la piel, que llega a endurecerse (literalmente, esclerodermia significa “piel dura”), y también pueden verse afectados los órganos internos, como el corazón, los pulmones, los riñones, el estómago o los vasos sanguíneos.
La doctora Gabriela Salvatierra explicó ante Nuevo Diario cuáles son los tipos de esclerodermia que existen:
• “Esclerodermia localizada: afecta solo la piel, aunque se puede extender a huesos, articulaciones y músculos.
• Esclerodermia sistémica: afecta órganos internos y, según la extensión menor o mayor de la piel afectada, suele distinguirse entre:
• Esclerodermia sistémica limitada (menor afectación).
• Esclerodermia sistémica difusa (mayor afectación)”.
La profesional aseguró: “La esclerodermia afecta a tres de cada 100.000 habitantes; es decir, presenta una baja prevalencia y de ahí que forme parte de las llamadas enfermedades raras”, pero resaltó: “También resulta más frecuente en mujeres, en una proporción de cuatro a uno. Suele aparecer entre los treinta y los cincuenta años, aunque puede darse a cualquier edad”.
Sobre las causas, Salvatierra detalló: “La causa de la esclerodermia no se conoce, pero existen estudios recientes que apuntan a un origen multifactorial en el que intervienen factores genéticos y factores ambientales” y consideró que “lo que hay que tener en cuenta es que es una enfermedad autoinmune, es decir, que el propio sistema inmunitario del cuerpo es el que reacciona contra otras partes del organismo”.
Síntomas
Los síntomas de la esclerodermia varían en función de cada paciente, pero hay manifestaciones generales comunes como:
• Cansancio o falta de energía.
• Artralgias (dolor de articulaciones) con o sin inflamación.
• Mialgias (dolores musculares) con o sin pérdida de fuerza.
• Hinchazón de manos.
• Pérdida de peso.
Otros síntomas que pueden aparecer son:
• Manifestaciones cutáneas: endurecimiento de la piel, cambios en la pigmentación, depósitos de calcio, arañas vasculares.
• Fenómeno Raynaud: cambio de coloración de los dedos de manos y pies debidos al frío o al estrés. Puede dar lugar a hinchazón de dedos, dolor y úlceras cutáneas.
• Afectación de órganos internos como:
• Pulmones: muy habitual, ya sea en forma de fibrosis pulmonar o hipertensión arterial.
• Aparato digestivo: desde problemas de deglución, reflujo, ardor o estreñimiento hasta diarrea, incontinencia urinaria o pérdida de peso.
• Corazón: puede provocar taquicardias o arritmias, entre otras alteraciones cardíacas.
• Riñones: suele causar hipertensión arterial y es una de las afectaciones más graves.
“Estos síntomas nos deben alertar y realizar la consulta oportuna ya que el especialista se encargara de realizar los estudios pertinentes para arribar a un diagnóstico y establecer el tratamiento adecuado para cada paciente”, cerró Salvatierra.