En la búsqueda de una alternativa al sistema de educación tradicional, un grupo de padres se propuso crear en Santiago del Estero el primer jardín Waldorf. Su pedagogía “se centra en las necesidades e individualidades de cada niño en particular. No existen las calificaciones, los uniformes, los recreos, ninguna cuestión que divida, ni banderas, ni actos”, según explicó Tamara Vizoso, una de las mamás impulsoras de la iniciativa.
Es psicóloga y, como muchas otras familias que conoció, apela a una formación más “amorosa” para su hija. En contacto con ellas y talleres mediante, decidieron comenzar a gestionar el primer nivel de una nueva escuela que “no se acerca para nada a como hemos sido educados nosotros”.
La pedagogía Waldorf “se centra en promover la curiosidad y el interés por el aprender innato de los niños. No los obliga a saber nada, sino pretende que su misma capacidad de experimentación se desarrolle hacia el costado en el que ellos se sienten motivados”.
Otra de las diferencias con la educación convencional, según detalló Tamara, es que “no tiene centrado el interés en el aprendizaje de los contenidos teóricos”. “Ahora, en las escuelas, cuanto más conocimientos teóricos adquieras, supuestamente, más inteligente sos. Esto no tiene nada que ver con eso”. Waldorf marca “interés en la adquisición de conocimientos teóricos, pero no es lo primordial. Le da la misma importancia por ejemplo, al amasado de pan, a tener una huerta, a hacer meditación… todo tiene el mismo valor”, resaltó Tamara.
El futuro jardín propone desarrollarse personalmente lejos de la competencia entre pares. Tampoco admite que los adultos impongan lo que debe y cómo debe aprender. “La pedagogía tiene un ritmo, pero no le interesa que los niños menores de siete años sepan leer y escribir, ni idiomas. Su creador considera que los niños necesitan otro tipo de experiencias a esa edad”, comentó.
En los encuentros escolares, los chicos pueden trabajar con materiales “nobles” y aprender del cuidado de la naturaleza.
Recaudan fondos para llevarlo a cabo
Como todo proyecto, el novedoso jardín de infantes precisa fondos para ser una realidad. Es por ello que las familias, que suman entre 15 y 20, están trabajando para recaudar el dinero necesario y cuentan con una alcancía en la papelería ubicada en 9 de Julio 117, para quienes deseen colaborar.
Tamara Vizoso indicó que el creador de estas escuelas es alemán, pero que la pedagogía se está expandiendo por distintos países. En Córboba y Buenos Aires son numerosas las instituciones creadas.
“No es algo que a nosotros nos retribuya, es una asociación sin fines de lucro lo que estamos haciendo. Se maneja dinero, pero para la organización, para pagar a los docentes, el espacio”, aclaró.
Los padres interesados en conocer más pueden comunicarse a través de Facebook a Escuela Waldorf Santiago del Estero.