
Ante la inminencia del fallo de la Corte Suprema sobre la condena de Cristina Kirchner en la causa Vialidad, en la Casa Rosada dan por sentado que la decisión de los jueces será adversa a la líder opositora procesada por corrupción. Mientras tanto, Javier Milei sigue el tema desde Israel, y por ahora él y los funcionarios de alto rango del Gobierno se abstienen de emitir cualquier opinión de manera oficial.
En el Gobierno se mostraron sorprendidos por la convocatoria del presidente del Máximo Tribunal, Horacio Rosatti, a sus colegas para un encuentro esta tarde a las 16 con el objetivo de decidir sobre la situación procesal de la expresidenta. No esperaban que la sentencia se conozca hoy, pero los trascendidos desde la Justicia indican que así será.
Más allá de las fechas, en Casa de Gobierno se mostraron seguros de que la Corte revocará el pedido extraordinario de la ex mandataria para revisar la sentencia por corrupción en la obra pública en la causa Vialidad. “Cristina estaba muerta políticamente, esto la revive. En todos los países del mundo, históricamente, los dirigentes que fueron presos, volvieron. Nosotros le podíamos ganar en las urnas, le queríamos ganar por los votos, no en la justicia”, dijo un alto funcionario.
Con el Presidente y su hermana, Karina Milei, en la gira más extensa que hicieron, el máximo referente del Gobierno que permanece en el país es Santiago Caputo. El asesor, parte del “triángulo de hierro”, está en su despacho desde temprano, y allí permaneció incluso mientras se celebró la reunión de Gabinete, que fue encabezada por el ministro coordinador Guillermo Francos.
Justamente, el último en hablar de la situación de Cristina Kirchner, con extremo cuidado y hace ya cinco días, fue el jefe de Gabinete, el jueves pasado, desde Rosario durante una actividad agropecuaria y con un medio del interior. Tan sólo Nahuel Sotelo, el secretario de Culto, que tiene una relación muy cercana con Caputo, aludió someramente por X al discurso de Cristina Kirchner ayer en la sede del PJ.
En la Casa Rosada están atentos a no emitir juicios en relación con la situación de la jefa K para evitar acusaciones sobre un involucramiento político. Sobre todo, ante la eventualidad de que la referente vaya presa y no pueda competir en las elecciones. Sin embargo, el fallo que podría inhabilitar a la ex mandataria a ocupar cargos públicos de manera definitiva está en el centro de las conversaciones del oficialismo.
Mientras se aceleran los tiempos sobre una definición inmediata del caso y la cúpula del peronismo y el kirchnerismo se reúne en la sede del PJ, en Gobierno mantienen un fuerte hermetismo. Sólo a través de las redes sociales los libertarios arriesgan bromas; y ayer el Presidente replicó el mensaje de una usuaria ignota, donde se alababa al Gobierno por la eventual condena de Cristina Kirchner. Fue poco después de llegar a Jerusalén desde Niza -donde se había encontrado con Emmanuel Macron- y de haber visitado, fotos y videos mediante, el Muro de los Lamentos.
Este mediodía -hora de Argentina- cuando se conoció que la Corte se autoconvocaba para decidir sobre Cristina Kirchner, Milei mantenía una agenda nutrida en la tarde de Israel. Después de reunirse con su par de ese país, Isaac Herzog, se encontró con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Aunque nadie lo dirá en voz alta, el Gobierno, por lo bajo, lamenta que CFK quede fuera del ring en la batalla legislativa bonaerense. Por un lado, porque su corrimiento obligado la ubica en una posición de víctima. Por otro, porque puede unificar a la fragmentadísima oposición, cuya primera plana, en las últimas 24 horas, ya se reunió dos veces; algo impensado hasta que la libertad de la ex mandataria quedó virtualmente comprometida.
Con información de infobae