Cuando las cosas parecían que no podían tornarse peor para Brenda Uliarte, un revelador mensaje terminó por complicar su situación ante la Justicia.
Uliarte es pareja de Fernando Sabag y está detenida, al igual que el brasileño, por haber planificado el asesinato de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el cual fue perpetrado sin éxito por su novio.
Tras haber declarado en dos ocasiones que no tiene nada que ver y haber negado todas las acusaciones en su contra, su presunción de inocencia se va extinguiendo conforme avanza la investigación, y es que este miércoles lograron determinar con evidencia fílmica y fotográfica que había merodeado la casa de CFK, en Recoleta, días previos al atentado, lo que alzó las sospechas por supuestas tareas de inteligencia para el plan de magnicidio.
Ahora bien: en estas últimas horas, el peritaje de los teléfonos de los amigos de la pareja arrojó un nuevo mensaje que podría ser clave y dinamitar la versión de Uliarte, ya que según el chat, ella manifestó "estar orgullosa de lo que hizo (refiriéndose a Sabag)".
Esta información fue revelada por Rolando Barbano en Lanata Sin Filtro, y el mensaje correspondería a un integrante del grupo "los copitos", como fueron denominados en la investigación, y son los que se dedicaban en conjunto a la venta de copos de nieve.
Según declararon ante la Justicia, ellos habían conocido a Sabag y Uliarte en una fiesta, y desde entonces mantenían una relación "más que nada laboral", ya que Nicolás Carrizo, el líder del grupo, les proveía la máquina para que realizaran los dulces para su posterior venta, además de organizar la comercialización.
Gabriel, otro muchacho perteneciente al grupo, fue quien terminó mandando al frente a Carrizo, y es que difundió una captura de pantalla en la que se ve al "desconocido" (terminaron por confirmar que se trataba de Carrizo), afirmando que Brenda "estaba orgullosa de lo que había hecho Nando (por Fernando)" y que estaba presente el día del atentado.
Esto contradice totalmente las declaraciones de Uliarte, quien mantuvo firmemente que no había tenido contacto con el cuasi asesino desde días anteriores al atentado. Sin embargo, no es la única evidencia que pesa en su contra, ya que también posó con el arma del hecho y fue vista a escasos metros de Sabag el mismo día del intento de magnicidio.
