
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, afirmó este viernes que “la preocupación por supuesto que está y nadie subestima la situación” ante el acelerado incremento de casos de coronavirus en los últimos días. Por ejemplo este jueves se reportaron 13.456 nuevos contagios a nivel nacional, el registro más alto de los últimos cinco meses. Además, por quinto día consecutivo, la positividad fue del 16,62%, superando ampliamente el umbral del 10% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OSM).
Frente a este panorama, Vizzotti admitió que podrían implementarse cambios en lo que respecta a los eventos masivos para frenar la transmisibilidad del virus.
“Si hubiera que tomar alguna medida, no sería una medida de cierre de actividades ilimitadas, sino una disminución de la intensidad de las actividades como eventos masivos y de más riesgo”, aseguró la funcionaria, quien vaticinó que esa medida podría extenderse por una semana o nueve días “para frenar la velocidad de transmisión”.
Se trata de una medida similar a la adoptada desde este viernes en la ciudad de Córdoba donde, ante la acelerada suba de casos de coronavirus a partir de la circulación de la variante Ómicron, se suspendieron todos los eventos masivos extraordinarios en espacios abiertos o cerrados.
“Recordamos la importancia y el deber de exigir el pase sanitario en eventos masivos ordinarios, a la vez que promueve el uso del barbijo y el respeto del distanciamiento social. Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, la ciudad podrá retomar actividades masivas”, indicó el municipio mediante un comunicado.
La restricción cordobesa incluye a eventos de hasta 10 mil personas “que son multiplicadores de casos”, admitieron autoridades municipales. Además recomendaron celebrar las fiestas en grupos reducidos, en espacios abiertos y con las medidas preventivas.
Preocupación oficialMás allá de la preocupación por el aumento de contagios, Vizzotti destacó que “lo más importante es que no se está traduciendo en internaciones o en muertes”.
“Lo que tenemos que pensar es que en la ola que tuvimos este año llegamos a tener casi 8.000 personas en terapia intensiva y ahora tenemos entre 800 y 900”, argumentó la ministra, aunque resaltó que se realiza un monitoreo permanente de la situación y hay posibilidad de ampliar la capacidad de camas para atender casos de gravedad si fuera necesario, publica el diario El Sol, citando a Infobae y Télam.
En declaraciones a Radio Con Vos, Vizzotti reconoció que a partir del nuevo paradigma planteado por la llegada de la variante Ómicron “vamos a tener seguramente tensión en los centros de testeo y esperemos que no en las hospitalizaciones y las muertes”, por lo que recalcó que la vacunación, la aplicación del pase sanitario y el mantenimiento de los cuidados “es la herramienta que tenemos para minimizar los riesgos”.
“El objetivo de la vacunación es disminuir las hospitalizaciones y las muertes y eso se está logrando. Con las nuevas variantes que son más transmisibles, el aumento de casos es más exponencial todavía con todas las actividades que se están realizando, como reuniones de fin de año. Lo más importante es que no se está traduciendo en internaciones y en muertes”, subrayó la ministra de Salud.
Vizzotti afirmó que se realiza un monitoreo “permanente” y que “la preocupación por supuesto que está y nadie subestima la situación”, pero sostuvo que “está claro que no tenemos el nivel de internación (en terapia intensiva) como cuando empezamos a subir los casos en la anterior ola”.