Una niña de 10 años, domiciliada en La Banda, visitaba a su padre —que está separado de su madre y vive en la ciudad Capital—, a quien le hizo una revelación que terminó en una denuncia penal. La menor le contó que hace un par de años fue abusada sexualmente por un sujeto que era pareja de su tía materna.
En este sentido, sostuvo que los aberrantes hechos se producían cuando quedaba al cuidado del acusado porque su madre y su tía, quien vivía en la misma casa, se dirigían a trabajar. Aprovechando esa circunstancia, el sospechoso —actualmente separado de la tía de la menor— manoseaba a la niña en sus partes íntimas y la obligaba a que lo tocara. En este sentido, el presunto depravado la amenazaba para mantenerla en silencio.
En relato más acotado le realizó la menor a su maestra, a quien le contó que la expareja de su tía le había practicado sexo oral, sin brindar otros detalles.
La víctima indicó que no le contó aún a su madre sobre los abusos porque “iba a llorar”.
El padre de la menor le contó a su exconcubina sobre lo manifestado por su hija, tras lo cual la mujer trató de entablar una conversación con la niña, pero no pudo lograr que también le contara a ella lo sufrido. “No quiero que te pongas mal”, le habría manifestado la niña a su madre, quien no pudo ocultar las lágrimas.
La mujer se trasladó a la dependencia policial y realizó la denuncia. El hecho generó la intervención de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de Banda y Robles, que ordenó que se concretaran una serie de medidas procesales para profundizar la investigación.