Un joven de 29 años se había reunido antenoche con sus amigos en su domicilio de la manzana 32 del barrio El Vinalar. En esa circunstancia, uno de los asistentes había dejado cargando su celular en el sector de la cocina de la propiedad, aunque posteriormente no encontró el aparato. El damnificado se tornó violento por la desaparición del teléfono y culpó al dueño de la casa. En medio de los insultos, el visitante extrajo un revólver de entre sus prendas de vestir y le propinó dos culatazos en la cabeza.
El lesionado realizó la denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 45 por el delito de lesiones.