Esta mañana, Nuevo Diario publicó que durante el rastrillaje del que participaron más de cien policías en las primeras horas de este lunes, habían sido hallados restos óseos que podrían pertenecer al femicida Matías Loto, prófugo desde febrero pasado tras asesinar a su expareja Carolina Ledesma en la ciudad de Fernández.
"Sí sería Matías Loto, se encontraron los restos óseos, con sus documentos, ropa, zapatillas, y si bien estamos aguardando la autopsia y el ADN, se trataría de él" dijo a Nuevo Diario el Dr. Franklin Moyano, abogado querellante de la familia de la víctima del femicidio.
Los resultados de la autopsia se iban a conocer en las próximas horas, pero el ADN llevaría más tiempo.
Una calificada fuente aseguró a este medio que "hasta no obtener esa prueba (ADN), no habrá certezas de que se trate de él".
También informó que junto al cadáver hallaron un arma de fuego y se presume que Loto pudo haberse quitado la vida.
"Yo le decía a mi hija que se cuide"
Días después del brutal crimen, este Multimedio dialogó con Sonia Cruz, madre de Carolina, quien reveló que su hija "vivía siempre maltratada, pero ella no quería que lo denuncie”.
“No me gustaba ese chango y yo la hice que se separe, ya hacía un mes que no estaba con él. Yo le decía: 'él no está bien, es un enfermo, por favor cuidate, no salgas'. Y ella me decía ‘mamá no tiene ningún derecho, ¿por qué tengo yo que esconderme?, yo quiero salir, ir a la plaza”.
Sonia remarcó que Loto tenía una perimetral: “Él no tenía que acercarse a ella, pero vivía ensañado con mi hija... no podía ir ni al baño porque él la seguía. Yo le decía: ‘Caro, eso no es vida’, pero ella me contestaba ‘mamá, él dice que no lo va a hacer más’, y yo le insistía 'Caro, cuidate no salgas'”, relató Sonia.
“Él la quería para él, no dejaba que nadie se le acerque, no quería que tenga roce con nadie”.
“Yo oculté esto a mi marido, a mis hijos, porque ella me pedía que no diga nada. Loto se oculta y la familia lo ayuda”, acotó Sonia.
