
Una condena de 9 años de prisión solicitó ayer el Dr. Ramón Rubén Alfonzo, integrante de la Unidad Fiscal de Litigación e Investigación para la Circunscripción Capital, que se aplique a un sujeto —que sería integrante de la barra brava de Central Córdoba—, el cual está acusado de haber intentado matar a una joven y a su padre, tras discutir por cuestiones de drogas.
Tal requerimiento se formalizó en el transcurso de los alegatos de clausura del juicio sustanciado en contra de Sergio Leguizamón, a quien se acusa por amenazas, abuso de armas y homicidio simple en grado de tentativa en perjuicio de Néstor Fabián Coria y su hija María Guadalupe Coria Sánchez, hecho ocurrido en horas de la siesta del 9 de septiembre de 2022 en el barrio Sarmiento de la Capital.
Dichos de las víctimas
En dicha ocasión, según las víctimas, “Chueca” les gatilló apuntándoles con un revólver, dos veces a Coria y en tres ocasiones a la hija, aunque los proyectiles no salieron.
A su turno, la defensa técnica de “Chueca”, ejercida por los Dres. Ángel Sández, Delfín Santillán y Juan Manuel Rojas, solicitó que el inculpado sea absuelto lisa y llanamente. En forma subsidiaria pidieron la absolución por el beneficio de la duda, y además dijeron que para el caso de que el tribunal lo considere culpable de algún delito, le sea aplicada la pena mínima.
Se careó con un testigo
Previo a los alegatos finales, “Chueca” Leguizamón se careó con Coria. La contradicción que debía aclararse es que mientras el acusado sostiene que él y Coria se amenazaron con armas, este aseveró que solo el enjuiciado tenía un arma de fuego.
Leguizamón “apuró a Coria diciéndole que a él no le había gatillado, a lo que este admitió diciendo: “A mí no, pero a mí hija sí”, contradiciéndose respecto de su denuncia.
El tribunal le pidió a Coria aclarar tal cuestión y este se rectificó de lo dicho un rato antes, afirmando que el acusado sí gatilló contra él. Finalmente, ambos se mantuvieron en sus dichos.
El tribunal difirió la última palabra del acusado y el veredicto para una fecha a fijarse.