Franco Ismael Rondán, de 32 años, tenía pedido de captura nacional e internacional por un doble homicidio en un búnker de drogas en la localidad bonaerense de José C. Paz y cayó antenoche en la ciudad capital de la provincia de Santiago del Estero, tal como informó ayer Nuevo Diario. La Policía santiagueña había obtenido información de que el prófugo del horrendo crimen se había instalado aquí. Se realizaron intensas averiguaciones hasta que ubicaron al sospechoso en el barrio Reconquista de la zona sudeste de la "Madre de Ciudades".
El bonaerense había llegado hace unos diez días y comenzó a vivir en una casa que le habría facilitado un familiar de un conocido. No estaba solo; arribó con su familia con aparentes intenciones de quedarse un buen tiempo.
Sin embargo, en los últimos días comenzó una vigilancia discreta. Los investigadores pretendían evitar cualquier incidente que involucrara a su familia u otras personas durante su detención, teniendo en cuenta el grave delito que se le imputa. Esperaron el momento para interceptarlo. Eso sucedió anteanoche. Rondán circulaba como un vecino más en las cercanías de la cancha de fútbol París, oportunidad en la que fue interceptado.
Personal del Departamento de Homicidios y Delitos Complejos, junto con la División Búsqueda y Captura de Prófugos y Evadidos de la Justicia, lo identificó y sus datos fueron ingresados al Sistema Federal de Comunicaciones Federales (Sifcop), que corroboró que se trataba del buscado. Tiene un frondoso prontuario delictivo y está sindicado como autor material del homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, criminis causa y privación ilegal de la libertad.
El hecho sucedió el 14 de junio último en el partido bonaerense de General Rodríguez. Una de las víctimas, Carlos Obregón, descendió del auto con la intención de comprar drogas, dejando a su pareja en el coche, un Citroën C4. Fue en ese contexto que la mujer escuchó varios disparos. Instantes después, la novia de la víctima fue sacada por la fuerza del vehículo y obligada a ingresar al búnker de drogas.
Una vez dentro, observó a Obregón tirado en el suelo, con sangre en el pecho. A pocos metros, yacía también otro hombre: Santiago Nahuel Villa, de 26 años. Una de las personas que estaba en ese domicilio le habría dicho a la joven: "Estos dos violaron a mi mujer y a mi hija". El tirador, aparentemente, decidió perdonarle la vida a la pareja de Obregón: fue obligada a subirse a una moto conducida por otro de los hombres, quien la dejó abandonada en una estación de servicio. Luego, ambos cuerpos fueron cargados dentro del Citroën C4 de Obregón, que fue trasladado a José C. Paz, donde lo incendiaron.