Los peatones y automovilistas que circulan por las calles de la ciudad Capital, en algunas ocasiones, son testigos de las celebraciones de egresados por la obtención del título de diferentes profesiones. El agraciado, por lo general, es cargado en la caja de un vehículo y paseado por el barrio Centro de la “Madre de Ciudades”. No faltan aquellos que arrojan pintura, huevos, harina y hasta agua a los egresados antes de iniciar el recorrido para “anunciar” que hay un nuevo profesional.
Ayer al mediodía sucedió uno de esos casos. Personal policial que monitoreaba la ciudad a través de las cámaras de seguridad advirtió que un egresado era transportado en la caja de una camioneta por la avenida Belgrano. Sin embargo, un detalle les llamó la atención a los uniformados y decidieron actuar; el joven tenía las ropas rasgadas y supuestamente mostraba parte de su zona íntima.
Los efectivos alertaron a todas las unidades móviles de la Prevención Centro y el rodado fue interceptado en avenida Belgrano y Sarmiento. Ante la presencia policial, el egresado descendió de la camioneta y se ocultó en un “trencito de los niños” que también era parte de la caravana que recorría las calles a bocinazos para manifestar su alegría. El muchacho, quien presentaba un aparente aliento etílico, no quería salir del vehículo. Finalmente, fue convencido por los uniformados, salió del “trencito” y fue trasladado a la Comisaría Comunitaria Nº 1. El padre, quien acompañó a su hijo hasta la dependencia, indicó a los uniformados que los amigos y compañeros le habían rasgado las ropas en el festejo, aunque no había intención de causar ningún problema, que solo se habría tratado de un descuido.
Fuentes policiales indicaron que luego de que se cambiara de ropa y de advertirle sobre las buenas costumbres, el joven de 27 años, domiciliado en el barrio Cabildo, fue entregado a su padre.
