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Policiales El asesino sigue prófugo

Carolina iba a viajar para huir del tormento que vivía con el femicida

Con la esperanza de vivir por fin sin miedo, estaba por irse a Buenos Aires y tenía listo su pasaje con fecha 21 de febrero.

“Esta vez fue diferente, intenté ser fuerte y no caer. Gracias”, fue el último mensaje que Carolina Ledesma le envió a su grupo de amigas a quienes le contaba el calvario que vivía tras su separación de Matías Loto. Tenía esperanzas de volver a verlas y compartir una merienda. Pero al igual que, “ese último café”; el viaje para cambiar por completo su vida quedaron truncados.

Carolina tenía preparada su ropa. Esperanzada de un “mañana mejor” y “lejos de su peor pesadilla”, guardó sus libros y compró su pasaje que la llevaría a un nuevo destino. Quería rehacer su vida en Buenos Aires; por lo que el pasaje con fecha 21 de febrero, estaba junto a su documento y demás pertenencias. Faltaban días, para poder “escapar” de su destino. Pero no pudo. Lamentablemente, Loto la sorprendió en su casa y tras propinarle una golpiza, finalmente la mató.

El primer femicidio del año en nuestra provincia se produjo en una vivienda del barrio Norte de la ciudad de Fernández —departamento Robles—. La víctima era una agente sanitaria de 23 años. Su verdugo, su exnovio que estaba obsesionado con ella: Matías Loto, de 22. El femicida es hijo de una reconocida familia de comerciantes de la “Capital del Agro”. Está prófugo de la Justicia.

Eran aproximadamente las nueve de la noche del lunes, cuando Carlos Ledesma —padre de Carolina— se fue a la casa donde la joven residía en la calle Almirante Brown. Abrió la puerta y tras llamarla en varias oportunidades, la encontró tendida sobre la cama ahorcada con un extremo de las sábanas; y tapada con el otro lado. Tenía múltiples golpes y estaba semidesnuda. De inmediato, llamó a los efectivos de la Comisaría Comunitaria 35 de Fernández quienes por disposición del fiscal de Género de Banda y Robles, Dr. Pedro Ibáñez se hicieron cargo del procedimiento de rigor.

Los peritos de la División Policía Científica pudieron determinar que ninguna de las aberturas de la vivienda estaban violentadas. Por lo que se presume que tal vez Carolina aceptó hablar con el asesino y cuando este llegó a su hogar, le abrió la puerta y le permitió el ingreso. Estaba fuera de sí y la atacó salvajemente hasta matarla.

Otras de las opciones que manejan los investigadores; es que en un descuido al estar sola en su casa, habría salido al patio y ahí, fue sorprendida por el sospechoso. El sujeto le propinó golpes de puño en el rostro; puntapié en diversas partes del cuerpo. Para luego, con la sábana ahorcarla y asfixiarla. Asegurándose de asesinarla, para que no se fuera ni estuviera con otra persona, como varias veces le había dicho.

 

Autopsia

El cuerpo fue sometido a una autopsia, donde los médicos forenses fueron una pieza fundamental en la investigación. El informe preliminar del examen médico-forense pudo determinar que “la data de muerte de Carolina es de 30 horas anteriores a la realización de la autopsia”.

Por lo que se sospecha que el violento ataque se produjo entre la madrugada y la mañana del lunes. Además, se estableció que la muerte de Carolina fue por asfixia mecánica. Indicando también que el cuerpo de la víctima presentaba golpes de puño en el rostro. Ocasionándole lesiones en los ojos y en la nariz.

Mientras que en el cuerpo, presentaba puntapié en entrepiernas, piernas, torso y en los brazos. Carolina tenía mecanismos de defensa por lo que presentaba lesiones compatibles con un intento de despeje hacia su agresor.

Los forenses secuestraron restos de muestras de ADN de debajo de las uñas de la víctima, por lo que serán analizadas.

Femicidio Fernández
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