Los testimonios de siete policías receptó ayer el Tribunal Unipersonal -a cargo de la camarista Rosa Falco- en el transcurso de la primera audiencia del juicio por la muerte de la joven añatuyense Clara Bravo, ocurrida tras un accidente que protagonizó en noviembre de 2020 en plena pandemia por el coronavirus.
Previamente se habían producido los alegatos de apertura, que fueron concretados por las Dras. María Emilia Ganem y Alejandra Sobrero, integrantes de la Unidad Fiscal para la Circunscripción Añatuya, el abogado querellante César Barrojo -que representa a los padres de la víctima-, y la defensa del inculpado Rodrigo Matías Coria Salguero, quien conducía la moto al momento del fatal hecho.
Al ser consultados sobre si hubo una persecución policial hacia los jóvenes que habían infringido la prohibición de circular, los policías hablaron de un seguimiento controlado.