Ernesto Darío Aranda vivía en el paraje San Luis, del departamento Juan Felipe Ibarra. A los 35 años, el peón rural fue asesinado a golpes por una mujer casada, con quien tenía una relación desde hacía un tiempo.
La autopsia del cuerpo develó los detalles del ataque que sufrió. El crimen del obrero, padre de una nena de casi 2 años, se suscitó en la jornada del domingo.
En la madrugada, una mujer de 29 años de apellido Carrizo, residente en El Colorado —Juan Felipe Ibarra—, llegó a la casa de Aranda. Carrizo y Aranda mantuvieron una relación durante varios meses. Pero habría sido la mujer quien decidió poner fin a la relación. La expareja habría mantenido un cruce de palabras. La mujer le había enviado mensaje a su esposo diciéndole que viajaría hacia Quimilí —departamento Moreno— para asistir "a un baile", pero se encontró con su examante.
Entre ellos se produjo un cruce de palabras. Estaban en el patio de la casa de Aranda, cuando desde atrás Carrizo lo atacó. Tomó un ladrillo que usó para lesionarlo de un fuerte golpe en la zona de la base del cráneo.
Aranda se desplomó y cayó de frente, impactando contra un elemento contundente que estaba en el suelo. Sufrió lesiones en el rostro, lo que habría puesto en riesgo su vida.
Carrizo habría quedado contemplando a su “amado” en el suelo, y al percatarse de la gravedad de lo ocurrido, decidió huir. En el camino encontró a una sobrina de Aranda, a quien le dijo que “un sujeto lo había golpeado”.
Consciente de lo que acababa de hacer, Carrizo se retiró del sitio caminando. Pero en el camino se arrepintió y regresó a la casa de Aranda, donde ya lo estaba auxiliando su sobrina.
Carrizo, fría y sin piedad alguna, dijo que a “Aranda un sujeto lo golpeó y le robó su billetera y el celular”. Pero la Policía encontró la billetera de la víctima en la requisa de la casa, tras morir a las 6.30 de la madrugada en el CIS La Banda, donde estaba internado.
Carrizo fue detenida e imputada por el crimen. Pero la familia Aranda sospecha que la mujer no actuó sola durante el ataque. El cuerpo de la víctima fue sometido a una autopsia.
Los forenses pudieron determinar que Aranda presentaba una lesión -que fue letal- en la base del cráneo y múltiples golpes en el rostro y en el cuerpo. Habría agonizado aproximadamente 20 horas, hasta su deceso.
En el caso interviene la Unidad Fiscal de la Circunscripción de Capital, a cargo de la Dra. Celia Inés Mussi, quien dispuso que el personal del Departamento Homicidios y Delitos Complejos realizaran los trabajos pertinentes con el fin de poder determinar si la detenida contó con la colaboración de otras personas en el ataque.
Además, en el inmueble se realizaron las pericias de rigor, por parte de los efectivos de la División Policía Científica, mientras se procura encontrar el celular del damnificado que fue sustraído de la escena del crimen. La Policía, por orden de la Justicia, continúa recepcionando declaraciones testimoniales a los ocasionales testigos del hecho de sangre.