A dos meses del asesinato de Carolina Ledesma, familiares y amigos recorrieron ayer a la tarde las calles de la ciudad de Fernández, departamento Robles, y rezaron por el eterno descanso de la joven de 23 años.
A pesar de que el acusado del homicidio, Matías Loto, aún permanece prófugo, la investigación no se detiene y reúnen más pruebas en contra del sospechoso.
En este sentido, el abogado querellante de la familia de la víctima, Dr. Franklin Moyano, consideró ayer que Loto sigue vivo y cerca de la “Capital del Agro” y sostuvo que el joven planeó la fuga y el ocultamiento porque tuvo alrededor de 20 horas, entre la muerte de Carolina y el hallazgo de su cuerpo en el domicilio de la calle Almirante Brown del barrio Norte. En este sentido, indicó que el joven de 22 años recibe ayuda, por lo que ya se realizaron 15 allanamientos en viviendas de familiares, amigos y conocidos. No lo encontraron al buscado, pero secuestraron celulares oportunamente para determinar si tienen conocimiento de dónde se encuentra. De ser positivo, podría caberles el delito de encubrimiento, señaló el abogado.
El Dr. Moyano consideró que la figura legal que le cabría a Loto es homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género. Indicó que el sospechoso planeó el asesinato y compró entre 6 y 7 chips de celulares a través de los cuales la llamaba para retomar la relación y mientras la víctima lo bloqueaba iba cambiando los números.
Manipulación
Afirmó que, de acuerdo con las averiguaciones, el acusado está vivo; aunque en menor porcentaje dejó la posibilidad de que podría haberse suicidado. Sostuvo que Loto, el 13 de febrero, le pidió retomar la relación sentimental porque de lo contrario, se iba a matar. “La manipulaba”, reveló.
Por su parte, la madre de Carolina, Sonia Cruz, al igual que el Dr. Moyano, consideró que Loto está vivo y se oculta cerca de Fernández. “Desde el momento que encontraron sin vida a Carolina, sabía que Matías era el asesino”, indicó a Nuevo Diario. Y añadió: “Lo conocía más que su madre, pero nunca había pensado que le podía hacer tanto daño a mi hija”.
“Quiero que lo detengan y lo hagan pagar por lo que ha hecho, que no quede impune. Con 23 años, mi hija tenía toda una vida por delante y él la mató”, señaló.
Y agregó: “Siento mucha impotencia, mucha angustia”.
