Una técnica universitaria de 35 años, domiciliada en el barrio Juramento, se encontró con una amiga en un bar de la avenida Roca de la zona céntrica de la ciudad Capital. Además se encontraban tres amigos de su amiga, dos de ellos ingenieros de Misiones que participaron de un encuentro en la provincia, a quienes conoció en la mesa.
Alrededor de las cuatro de la madrugada, el grupo decidió trasladarse hacia la casa de la vecina del barrio Cabildo para prolongar la reunión. Como la mujer del barrio Juramento se encontraba alcoholizada y no se sentía bien físicamente, uno de los ingenieros condujo su automóvil.
Luego de unas horas, la técnica universitaria manifestó que se retiraría a su domicilio, aunque a causa del estado en el que se encontraba, la convencieron que se acostara en una de las camas para descansar y que le pasara el efecto de las bebidas alcohólicas porque debía conducir.
Posteriormente, la mujer se despertó porque uno de los ingenieros se encontraba sentado en la cama, se le arrojó encima y comenzó a besarla y a tocarla. “Solo son momentos que me acuerdo”, afirmó a los investigadores. El profesional le saca la remera y el corpiño, la alza y la lleva hasta un colchón inflable que estaba en la cocina, que se había armado provisoriamente porque los misioneros se estaban hospedando en esa vivienda por el encuentro profesional. La desnuda completamente, se le arroja encima y la manosea. Sin embargo, la mujer lo rechaza y llama al otro ingeniero, como una forma de sacarlo de encima. La vecina del barrio Juramento recuerda que el otro misionero se le arroja encima y al parecer ella queda dormida porque en casi todo momento “no tenía reacción porque estaba alcoholizada”. Se despertó a las once con uno de los ingenieros desnudos a su lado, a quien le preguntó si había pasado algo. “No recuerdo”, le respondió, mientras que su colega ya no se encontraba en la casa.
La mujer le preguntó a su amiga si había visto algo. La dueña de casa, quien se encontraba en otra habitación con su amigo, le respondió que, al levantarse al baño, vio que uno de los profesionales estaba encima de ella, pero que “pensó que todo era consentido”.
Luego de varios días de analizar la situación, la mujer se presentó en la Comisaría de la Mujer y la Familia Nº 16 y denunció el hecho, tras lo cual se dio intervención a la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, que ordenó una serie de medidas procesales.
