Un ocasional transeúnte fue quien dio aviso a la Policía, en los últimos minutos del martes, de que en una vivienda de calle Caseros 2453 del capitalino barrio San Martín, había visto sangre en el ingreso.
La Policía se dirigió de inmediato al inmueble y constató que la puerta principal estaba abierta. Se entrevistaron con Julián Facundo Torrez, de 22 años y del barrio Borges, quien explicó que era novio de Milagros Andrada (hija de la víctima), y que había observado la mencionada escena en el lugar.
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Cuando la Policía ingresó, el cuadro era desolador: una mujer yacía en el suelo, ensangrentada y con aparentes heridas de arma de fuego. Ya había fallecido. Se trataba de María Rosa Cisneros, de 40 años.
En una habitación encontraron a César Benito Andrada, de 49, exconcubino de la víctima fatal. Este tenía bajos signos vitales y también presentaba una herida de bala.
Una calificada fuente reveló a Nuevo Diario que Andrada había sido excluido del hogar el pasado 13 de marzo, por hechos de violencia de género. Además, la víctima fatal contaba con un botón antipánico, que no pudo activar.
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Por otra parte, se supo que cuando el joven Torrez (yerno de la víctima de femicidio) observó la dantesca escena, dio aviso de inmediato a una vecina identificada como Rita Estefanía Argañaraz, quien activó el botón antipánico que ella también posee.
