Una discusión entre padre e hijo terminó en un intento de suicidio en el que tuvo que intervenir la Policía. El joven, enfurecido porque su progenitor descubrió las deudas que había adquirido, se encerró en su habitación y dijo que se mataría. Mantuvo en vilo a los efectivos y a sus familiares durante varias horas.
Cerca de las 23.30 de anteanoche, un vecino del barrio Juramento de la ciudad Capital se encontraba en su vivienda y comenzó a charlar con su hijo de 28. El hombre había descubierto que en los últimos meses el muchacho estaba teniendo algunos inconvenientes económicos.
Comenzó a indagarlo y descubrió que había pedido préstamos en diferentes financieras y entidades bancarias. Tratando de saber qué le estaba pasando, habló con él para buscar una solución; pero el joven, lejos de ver las buenas intenciones de su padre, reaccionó de manera violenta.
Padre e hijo iniciaron una discusión y el muchacho tomó la peor determinación. Se dirigió hacia su habitación, donde se encerró y comenzó a vociferar a los gritos que se mataría. Su padre intentó tranquilizarlo. Pretendía hablar con él del otro lado de la puerta, pero el muchacho no entraba en razón.
Temiendo que el muchacho atentara contra su vida, el dueño de casa llamó a la Policía e informó a los efectivos de la Comisaría Comunitaria 3 sobre el incidente y posterior amenaza de su hijo, por lo que de inmediato los uniformados se hicieron presentes en el inmueble.
Los “guardianes del orden” entablaron una conversación con el joven, pero este se negaba a abrir la puerta o a salir de la habitación. Mientras decía que “no quería hablar con nadie” y que “se mataría”.
Ante la situación, los negociadores trataron de tranquilizarlo y, durante unas horas, mantuvo en vilo a la Policía y a sus familiares hasta que finalmente depuso su actitud.
El joven, pese a la crisis de nervios que sufrió, se encontraba en buen estado de salud.
