En las últimas horas, el video de un brutal ataque perpetrado por una "patota" de rugbiers contra un menor indefenso causó suma indignación en las redes, y no es para menos. Esto ocurrió simultáneamente con el juicio y condena de los asesinos de Fernando Báez Sosa, que murió a golpes por un grupo de 8 inadaptados cuya sentencia debería servir para frenar la violencia desmedida de la noche, aunque este no es el caso.
Esta vez la víctima fue un adolescente de 13 años, Leandro Chávez, y las impactantes imágenes se viralizaron y provocaron preocupación colectiva en torno a la seguridad.
Todo ocurrió el 29 de enero en Corrientes. Después de la segunda jornada del carnaval correntino, Chávez y tres amigos salieron del Corsódromo Nolo Alías cuando fueron atacados por un grupo de nueve jóvenes. En videos que circulan en redes sociales, se puede ver cómo los agresores forman un círculo y empiezan a golpear a Chávez mientras está tirado en el suelo. La víctima recibió fuertes patadas en la cabeza y tuvo pérdida de piezas dentarias, según sus declaraciones.
La Justicia ha iniciado una investigación y ha identificado a cuatro de los atacantes, que resultaron ser rugbiers. La víctima no entiende por qué fue atacada, ya que asegura que esa noche no tuvieron problemas con nadie y que la única forma de protegerse era cubriendo su cabeza con las manos.
Tanto el caso de Chávez como el de Báez Sosa exponen la espiral ilimitada de violencia de los ámbitos nocturnos, que parece no mermar a pesar de las duras condenas que recibieron los asesinos de Fernando.
