En las ultimas horas se conoció la sentencia del juez de Cámara Penal Maximiliano Blejman, quien declaró culpable a un carpintero de 54 años por cometer un abuso sexual simple contra la hija de su pareja, de tan solo 6 años.
El condenado, a quien la pequeña le decía papá, le dio de beber semen porque el hombre le aseguró que se trataba de un “juguito íntimo que le haría bien a su cuerpo”. Pero la condena fue inusual porque se lo consideró como abuso sexual.
Esto se debe a que el abuso sexual es considerado cuando hay algún tipo de contacto físico (manoseo, acceso carnal). Por el contrario, cuando situaciones de neto contenido sexual en las que no existe ese contacto, se considera otras figuras delictivas, como las exhibiciones obscenas o la corrupción de menores.
En este caso, el juez Blejman entendió que el contacto existió igual, porque el semen es un fluido corporal que salió del acusado del delito y entró en contacto con el cuerpo de la menor cuando lo bebió.
Se sabe que el hombre, que se apellida González, recibió una pena de 4 años y 6 meses de cárcel, tal como había acordado a través de su defensor Manuel Giménez Puchol, con el fiscal de Cámara Daniel Galvani. El acusado reconoció ser autor de un abuso sexual simple, agravado por la convivencia.
El atroz hecho salió durante una cena familiar, durante la noche del 27 de diciembre de 2020, cuando la nena le contó a su mamá que a ella no le salía el “juguito íntimo”. Esto, obviamente llamó la atención de la mujer que comenzó a indagar al respecto.
En ese momento, el hombre la hizo callar y la nene no dijo nada más. Al otro día, la mamá de la pequeña le volvió a preguntar y la nena se sobrepuso al miedo que le tenía a su padrastro y le contó lo que había pasado, al menos una vez.
Ella le contó que en una ocasión, el hombre estaba mirando una película con ella y fue cuando ocurrió el aberrante episodio.
Al enterarse del suceso, la mujer confrontó al hombre con quien llevaba alrededor de un año y medio de convivencia, lo echó de la casa y después realizó la denuncia. Las psicólogas que escucharon a la niña, concluyeron que la nena no mentía y presentaba todos los signos de una víctima de abuso.
Con información de La 100
