Una peligrosa secta religiosa cayó luego de un exitoso operativo realizado por Gendarmería Nacional, en la zonas Sur del Gran Buenos Aires, y lograron rescatar a varias de sus víctimas, las cuales estaban siendo explotadas en lugares remotos.
Según trascendió de fuentes ligadas a la fuerza de seguridad, esta banda operaba atrayendo a menores de edad, preferentemente entre 17 y 18 años, los cuales captaban en el conurbano y llevaban hacia la provincia de Entre Ríos, donde se aprovechaban de ellos para explotarlos laboralmente en Concordia y Federación.
Hasta la publicación de esta nota, son 12 las personas que fueron rescatadas por los uniformados, quienes habían sido víctimas de problemas familiares y de adicción, situación que fue aprovechada por los aberrantes sectarios. De ellos, siete eran mujeres y cinco eran varones.
Con respecto a la investigación sobre los responsables, lograron identificar y apresar a los acusados de dirigir la organización criminal. Se trata de un matrimonio al que lograron detener a minutos de abandonar el país, en el aeropuerto de Ezeiza. Su rumbo era Europa.
En el marco de la investigación, pudieron descifrart su modus operandi: primero, captaban a los jóvenes con problemas familiares y de adicción. De allí, los ingresaban en la iglesia para levantar su estado de ánimo, y una vez que se sentían mejor, los enviaban en misiones "religiosas", donde viajaban al campo, donde finalmente eran explotados.
El operativo que culminó con el rescate de 12 de las personas explotadas fue efectuado en El Redomón, Entre Ríos, donde también encontraron una carabina, más de 150 municiones, varios aparatos electrónicos, dispositivos de almacenamiento, folletos religiosos y cuadernos con las cuentas.
