“Si esto no es bullying, qué es. Alguien me puede decir. Ya estoy cansada, todos los días lo mismo y nadie dice ni hace nada. Ya no sé qué hacer... Que alguien me ayude”, fue el desgarrador pedido de ayuda publicado por una joven madre en las redes sociales. La publicación está acompañada de los papeles que los estudiantes le arrojan a su hija de 10 años, con burlas y amenazas.
La víctima tiene 10 años y cursa el 5º grado del Nivel Primario en un establecimiento educativo de la localidad de Árraga –departamento Silípica- distante a unos 35 kilómetros de la Capital. El calvario que vive la estudiante a diario la llevó a mantener una lucha férrea con su mamá cada mañana, para no asistir a clases.
Su madre, una enfermera de la zona, decidió tomar cartas en el asunto e hizo público en las redes sociales lo que a diario vive su hija. “M... loca. No habla bien. Paj… y tonta”, rezan los papeles que fueron realizados bollos y usados como proyectiles contra la estudiante. La menor guardó algunos envoltorios y le entregó a su madre, para tratar de no volver más a la escuela.
La profesional de la salud decidió viralizar el calvario que vive la alumna, en busca de ayuda. Hizo una exposición reservada en la Comisaría Comunitaria 37 de Árraga y luego compartió con sus amigos en Facebook lo sucedido.
Ayer, la enfermera se presentó nuevamente en la sede policial, donde radicó la denuncia luego de haber sido entrevistada por la supervisora del Consejo de Educación de la Provincia. La autoridad se comprometió a dar intervención en el caso al Gabinete Psicológico Interdisciplinario y como primera alternativa se recomendó resguardar a la víctima, quien recibirá en su hogar las tareas diarias que serán enviadas por la docente.
“Esto bien hace cinco años, ella –en referencia a su hija- está en quinto grado, tiene 10 años. Desde que entró en primer grado comenzó a sufrir bullying. Todos los días, es algo constante. Todos los días le roban las cosas, los útiles. Le rompen los cuadernos. Le rompen el guardapolvo”, comenzó contando la desesperada madre.
Temiendo que su hija pudiera tomar alguna determinación drástica ante el acoso escolar que sufre, la denunciante reveló: “Si le pongo pizza en un taper que lleva a le escuela, le dicen ‘vos sos pobre, tu mamá no te da plata para comprar por eso traes la comida en un taper’. Le dicen ‘gorda, gorda chancha; gorda batata’. Gorda de aquí, gorda de allá. Todas esas cosas. Ha sufrido tanto agresiones verbales como físicas”.
Al tiempo, agregó: “También ha sufrido agresiones físicas de parte de dos compañeras que la han arrinconado contra la pared. Le han dicho ‘todos los días te vamos a hacer re cag… porque vos le cuentas todo a la maestra. Sos una metida’. Ayer –por el lunes-, pasó que le escribieron en una hoja de carpeta y que es lo que está circulando en las redes, porque yo lo he subido”.
A medida que los días pasaban, la estudiante comenzó a tener actitudes agresivas y se negaba a asistir a clases, lo que puso en alerta a su madre: “Todos los días cuando se levanta no quiere saber nada de ir a la escuela. Llora, no quiere ir a la escuela. Le pregunté y me dijo que ‘no quiere ir porque los chicos le hacen burla’. Es todos los días desde que empezó la escuela. La noté más agresiva, más contestadora. Al parecer, ella les contestaba a los chicos”.
“Le decía ‘defendete y cuando te lleven a la dirección, yo te voy a ir a buscar’. Pero no, ella nunca. Sé que hice mal en enseñarle esto, pero mi hija nunca lo hizo. Ella prefería volver llorando a casa, a devolverle a sus compañeros. Cuando ella le decía a su maestra, esta nunca la ignoraba. En el aula sus compañeros la hacían culpar de todo. Se rompía un lápiz, mi hija tenía la culpa; se rompía una puerta, mi hija tenía la culpa. Se robaron una hoja, mi hija tenía la culpa. Así era todos los días”, puntualizó la madre de la víctima.
“A los papás les pido que traten de enseñar respeto a sus hijos”, el pedido de su madre
Con la voz quebrada y entre lágrimas, la enfermera contó algunos detalles de los malos momentos que le tocó afrontar a su hija tras los hechos de acoso escolar que sufría por parte de sus compañeros.
En referencia a la educación y valor que los niños aprenden, la profesional de la salud remarcó: “Todo viene de la casa, de los papás que no enseñan ni educan bien a sus hijos. Hoy solo pido –a la Justicia y autoridades educativas- que traten de darme una solución lo más urgente, porque quiero que mi hija siga estudiando”.
“En cuanto a los papás, solo les pido que eduquen bien a sus hijos y que traten de enseñarles respeto”, fue el pedido solidario de la mujer que pidió, al mismo tiempo, que su hija sea integrada por los docentes y alumnos a su grupo.
Cabe destacar que la menor se encuentra siendo contenida emocionalmente por sus familiares y amigos, quienes se aunaron para ayudarla a superar el acoso que sufre por parte de sus compañeros.
