Mariano González tiene 22 años y vive en Frías —departamento Choya—. Trabaja junto a su madre, Érika, como vendedor ambulante. Es un “chico amable y sin maldad”, muy querido en la ciudad por quienes lo conocen. Peleó como un guerrero por su vida, pese a que los médicos no le daban muchas esperanzas. Se recuperó y ahora, regresó a su ciudad natal.
“Mi hijo vive de milagro. Está luchando mucho para salir adelante. Los médicos no le daban más de 24 horas de vida. Hoy, gracias a Dios, a los médicos y a la gente que nos acompaña, mi hijo está bien”, decía días atrás Érika mientras esperaba el informe de los profesionales de la salud en el hall de urgencias del hospital Regional Dr. Ramón Carrillo.
El destino de Mariano —fanático del fútbol y muy familiero— dependía de un milagro, luego de que fuera acuchillado por la espalda. En la noche del 4 del corriente mes , Mariano le pidió permiso a su madre Érika para ir a un cumpleaños de un amigo, esta le concedió el permiso pidiéndole que regresara temprano.
Eran las dos de la madrugada del 5 de este mes; cuando Mariano decidió volver a su casa luego de que los organizadores de la fiesta abrieran las puertas para el acceso de jóvenes de diferentes zonas. Mariano decidió regresar a su hogar, donde puso a cargar su celular y se recostó a descansar. Al cabo de unas horas, decidió volver al evento. Le dijo a su madre que “iba a buscar las luces que le había prestado al cumpleañero”.
Mariano llegó nuevamente a la fiesta, donde divisó que un grupo de sujetos le estaba propinando una golpiza a un adolescente, intentó mediar ya que él siempre se caracterizó por su solidaridad desinteresada y sus buenas acciones con todos sus vecinos. No dudó ni un minuto en ayudar. Intentó ayudar al menor que estaban golpeando, para sacarlo del lugar. Pero en ese momento, uno de los revoltosos le arrojó una botella que le impactó en la cabeza. Mariano, al instante que estaba cayendo fue atacado por la espalda con un cuchillo y sufrió una herida de arma blanca y se descompensó.
Fue trasladado al hospital Regional de la Capital en grave estado de salud. El joven tenía comprometido los órganos vitales, su cuadro de salud era crítico. Los médicos que lo asistieron no daban muchas esperanzas de vida a su familia. Fue intervenido quirúrgicamente en varias oportunidades. Con el paso de los días, fue evolucionando favorablemente. Hasta que el milagro se hizo y Mariano despertó. Se recuperó de las lesiones que presentaba; aunque debió iniciar un nuevo tratamiento médico para completar su bienestar. Ayer, Mariano recibió el alta médica y, junto a su madre y demás familiares, emprenderá el regreso a su hogar en la ciudad de Frías donde lo esperan sus familiares y amigos, que en todo momento realizaron cadenas de oraciones y colectas para ayudar a solventar gastos.
“Agradezco a todos los que nos están apoyando en momentos tan difíciles”
Mientras Érika recibía las buenas noticias sobre la evolución favorable de la salud de Mariano; destacó la importancia del apoyo de los amigos, vecinos y familiares quienes realizaron cadenas de oraciones y colectas para ayudarlos en los gastos que tenían en su estadía en nuestra ciudad.
“Mi hijo se encuentra mejorando favorablemente, ya despertó. Pero todavía sigue con complicaciones de salud. Es un largo camino por recorrer, pero gracias a Dios él sigue luchando”, remarcó a Nuevo Diario, Érika. Al tiempo que agregó: “Le doy gracias a todas las personas que están pidiendo por su salud, a las personas que están haciendo beneficios con la venta de comida, rifas y campeonatos. Gracias a cada una de las personas que colaboran con un granito de arena. Gracias a los que compran y a los que van a ayudar. De corazón les agradezco, mil gracias de todo corazón”.
Finalmente, puntualizó: “También agradezco a todos sus amigos, vecinos y familiares que están apoyándonos en estos momentos tan difíciles. Muchas gracias a la gente de la Municipalidad de La Banda, que me trae la comida todos los días, un abrazo enorme a todos”.
