Una menor, quien se dirigía a la iglesia evangélica donde se congrega, sufrió un violento asalto. Fue interceptada por dos “motochorros”. Uno de los desconocidos la sorprendió por la espalda y le remontó un arma de fuego en la cabeza. La agredió físicamente. Le sustrajo un celular y luego escapó.
Cerca de las 20.30 del domingo último, la damnificada de 17 años, residente en el barrio Almirante Brown, transitaba por calle Uspallata. La joven se dirigía hacia una iglesia que se encuentra ubicada en el barrio América del Sur. Tenía una mochila, donde guardaba sus pertenencias. Su celular, lo tenía entre sus prendas de vestir.
De manera imprevista, dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta la abordaron. El acompañante del conductor saltó de la motocicleta. Sigiloso se acercó a la adolescente y de entre sus pertenencias extrajo un arma de fuego, según reveló la madre de la víctima a los efectivos de la Comisaría Comunitaria 11.
El desconocido comenzó a apuntarle a la cabeza con el arma de fuego, la había remontado mientras le apuntaba a la damnificada. No habrían mediado palabras. Intentó de inmediato robarle las pertenencias a la damnificada. En primera instancia, habría intentado robarle la mochila.
Por lo que la adolescente comenzó a forcejear con el sujeto. Intentó defender sus bienes, tratando de evitar el atraco. Resistió todo lo que pudo, hasta que el delincuente, en la lucha, arrojó el arma al piso. De inmediato la levantó y nuevamente, de manera más violenta, le apuntó a la víctima. No le dirigió la palabra en ningún momento. Trataba de evitar ser reconocido por la damnificada, ya que residiría en inmediaciones de la iglesia evangélica a la que ella concurre.
Desesperada y con miedo, la adolescente terminó entregando su celular (Samsung J2 Core) al sospechoso. La damnificada logró divisar a una menor que estaba en la vereda de su casa, a quien atinó a pedirle ayuda: “Llamá a tu mami, me están robando”. De inmediato, la niña ingresó a su hogar, en busca de un adulto para auxiliar a la víctima.
El delincuente, junto a su cómplice, se dio a la fuga del sitio por calle Uspallata. Los vecinos que advirtieron la situación ante los gritos de la damnificada salieron detrás de los agresores, intentando interceptarlos, pero no lograron su objetivo.
La damnificada fue contenida por los vecinos, quienes alertaron a la madre de la jovencita sobre el hecho que sufrió. La mujer y la adolescente se dirigieron a la Comisaría Comunitaria 11, donde radicaron la denuncia penal correspondiente.
La adolescente indicó que durante el forcejeo con el malviviente habría sufrido una lesión en una mano. Afortunadamente, la misma no reviste gravedad.
“Me vi en el piso, con un tiro”, reveló la víctima a su madre tras sufrir el asalto
Una escena desgarradora y premonitoria tuvo la víctima. Sintió que el agresor, que estaba decidido a huir con el botín entre sus manos, le iba a disparar. Por lo que de inmediato, soltó su celular y el ladrón huyó junto a su cómplice.
“Me vi en el piso, con un tiro”, le manifestó la adolescente de 17 años a su madre, quien radicó la denuncia. El ama de casa, de apellido Coronel, de 53 años, residente en el barrio Almirante Brown, remarcó: “Gracias a Dios, no la mató. Si bien le robó cosas materiales que te dan bronca porque es mucho sacrificio. Pero tenemos fe en que mi hija va a recuperar su celular, porque guardaba recuerdos suyos y las cosas de la escuela”.
Al tiempo, aclaró: “Esperamos que se resuelva. Fue un robo calificado muy violento, en contra de una menor. Hoy mi hija, gracias a Dios, está bien. Pudo haberla matado, porque estaba armado”.
