El santiagueño es solidario y humanitario por naturaleza. Ante situaciones de crisis, sin importar el destinatario, se une con un objetivo claro: “Tender una mano, a quien lo necesita”. En la ocasión, es una tropilla que sufrió graves quemaduras en un incendio “descontrolado” que arrasó con el corral donde estaba encerrada.
Días atrás, las grandes columnas de humo que oscurecieron el cielo de la zona sur de la Capital era vaticinio de una tragedia. En un predio ubicado en la localidad de La Bajada –departamento Banda- se había desatado el horror de manera descontrolada.
Por causas que la Policía y los bomberos voluntarios de Banda tratan de determinar, se había producido la quema de pastizales. Las fuertes ráfagas de viento por la época del año más la sequía fueron las “condiciones” ideales para desatar el pánico. Mientras el fuego avanzaba a pasos agigantados hacia las casas de la zona, hombres y mujeres trataban de hacer frente para evitar que 29 yeguas y un caballo fueran alcanzados por el foco ígneo.
Pero las columnas de fuego arrinconaron contra un alambrado a los equinos. No tenían escapatoria. Estaban a punto de morir calcinados. Afortunadamente, mientras los bomberos trabajaban, los animales fueron liberados. Presentaban quemaduras en el cuerpo y en las vías respiratorias. Por supervivencia, los caballos escaparon hacia el río Dulce, donde se guarecieron en el cauce.
Luego del fuego y las quemaduras, los equinos fueron rescatados por “almas solidarias” que, sin esperar nada a cambio, solo procuran cuidar y resguardar los animales hasta que se recuperen.
Apenas se conoció la situación en la que se encontraban los caballos, se inició una “cruzada solidaria”, con el fin de ayudar a los vecinos que los rescataron y se dedican al cuidado de los animales heridos.
A través de las redes sociales, los santiagueños se movilizaron para hacer llegar medicamentos, cremas para quemados y hasta azúcar para iniciar la cicatrización de las yeguas rescatadas.
El cuidado de los animales debe ser cauteloso y extremo. Los veterinarios que los asistieron indicaron que “presentan quemaduras de tercer y cuarto grado en casi el 80 por ciento del cuerpo”.
Además, se determinó que presentan lesiones en las vías respiratorias y en los ojos: quemaduras e inflamación severa.
Los caballos, gracias a la solidaridad y a la dedicación de los cuidadores, se recuperan favorablemente.
“Las heridas van a demorar en curarse, porque son muy profundas”
En diálogo con Nuevo Diario, Mariano Nieto, una de las “almas” solidarias y desinteresadas que cuidan cuatro yeguas que fueron rescatadas del voraz incendio producido en La Bajada –departamento Banda-, se refirió al estado en el que se encuentran los equinos.
“Los animales que se rescataron en este establecimiento son cuatro, hay otro vecino que tiene tres o cuatro que no están tan en mal estado, ya que los mismos están comiendo por su cuenta. El estado de estas yeguas –las rescatadas por el mismo- es muy grave. Tienen todo lo que es las vías respiratorias quemadas por el fuego. La boca y el ochenta por ciento del cuerpo tienen quemado”, remarcó Mariano. Al tiempo, agregó: “Tienen quemaduras de 3º y 4º grado; tienen la vasaduras que se están por desprender por la quemada. Están en muy mal estado”.
Sobre el lamentable hecho, Mariano reveló: “No sabemos cómo fue el tema; pero sí sabemos que se han quemado. Cuando nos llaman a nosotros, los caballos estaban en el río y otros en la costa en muy mal estado. Nosotros nos llegamos por nuestra cuenta, con remedios y bozales. Los trajimos a la casa, y los tenemos en cuidado intensivos”.
“Están con cremas para quemados, antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos. Les damos agua nosotros con un tacho, arrimando la boca porque no se pueden acercar. No se pueden mover. Tratamos de mantenerlos parados con antibióticos”, puntualizó el vecino.
Mariano decidió no abandonar a los animales a su suerte y recibe ayuda
La recuperación de los equinos rescatados del fuego es un tema de interés social, luego de que a través de las redes se iniciara una “movida” solidaria, con el fin de ayudar a los cuidadores a brindar asistencia a los caballos.
“En el momento que me hacía cargo, me sentía muy solo. El dueño, para evitar problemas, no los quería retirar. Me sentía muy solo y la gente me decía ‘Mariano te vas a ser cargo’. Pues les dije que ‘sí’”, manifestó el cuidador.
Al tiempo, agregó: “Ayer, con el apoyo de la gente ya no estamos ni me siento solo. Mucha gente nos ha traído remedios. Va a ser un proceso largo, ojalá que no sea lento. El caballo es un animal muy noble, si pasa estas horas críticas, apenas comience a alimentarse va a empezar a responder más rápido. Las heridas van a demorar en curarse, porque son muy profundas”.
Finalmente, remarcó: “Estamos haciendo hincapié en la inflamación y en los ojos, que no pueden abrir. Ahora, no pueden ver”.
Solicitan cremas para la asistencia
Mientras se recuperan favorablemente de las lesiones sufridas durante el voraz incendio que se desató en el lugar donde estaban alojados, las yeguas rescatadas requieren asistencia con medicamentos y cuidados varios.
Es por ello que los cuidadores, apelando a la solidaridad de la sociedad, solicitaron la donación de pomadas para quemados y Milacrem; para que se inicie el proceso de recuperación del pelaje, luego de que presentaran quemaduras de tercer y cuarto grado.
Además, para su asistencia, solicitaron medicamentos y suero para que puedan tener una recuperación adecuada, ya que presentan lesiones internas por la inhalación de monóxido.
Los interesados que deseen colaborar con esta causa, pueden comunicarse al teléfono (385) 154-832861: Mariano Nieto.
