Una empleada de comercio se presentó en la Comisaría Comunitaria Nº 18 de Campo Gallo y denunció que su pareja llegó en estado de ebriedad al domicilio donde convivían, ocasión en la que le hizo una escena de celos y le propinó dos cachetadas.
La mujer de 36 años expuso que, en los más de dos años de convivencia, no era la primera vez que la agredía verbal y físicamente, aunque en todas las ocasiones intervenía su suegra —dueña de la casa—, quien le pedía que no denunciara a su hijo, mientras que este se comprometía a cambiar. Por otra parte, tampoco quería hacerle pasar un mal momento a su madre, quien se encontraba atravesando una dolencia.
La víctima afirmó que el 23 de julio del corriente año, su pareja la atacó a golpes de puño y patadas. En esa oportunidad, la víctima —que estaba embarazada de cinco meses— fue asistida en el hospital zonal de Campo Gallo, donde se constató una fractura en el brazo izquierdo y fue derivada al Centro Integral de Salud de La Banda.
Tres días después, la paciente regresó al nosocomio para que le cambiaran el yeso. En esa ocasión presentaba dolores en la cadera y dificultad para caminar. Comenzó a tener dolores de parto y finalmente perdió el bebé en gestación, por lo que tuvieron que realizarle un legrado.
Luego de realizar la denuncia, la empleada de comercio informó que abandonaba la casa del barrio San Vicente, donde convivió con el sospechoso.
El hecho fue informado a las autoridades de la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar, quienes ordenaron diversas medidas judiciales.