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El Mundo #TragediasDeLa Historia

Mayo: El mes que Chile sufrió terremotos más potentes que 20 mil bombas de Hisroshima

A las 15:11 horas del domingo 22 de mayo de 1960, un ruido subterráneo y ronco irrumpió en la tranquilidad dominical de los residentes de la ciudad de Valdivia, ubicada en el sur de Chile, que a esa hora disfrutaban del sol otoñal.

A las 15:11 horas del domingo 22 de mayo de 1960, un ruido subterráneo y ronco irrumpió en la tranquilidad dominical de los residentes de la ciudad de Valdivia, ubicada en el sur de Chile, que a esa hora disfrutaban del sol otoñal.

 

En pocos segundos, el breve temblor inicial se convirtió en el terremoto de mayor magnitud registrado en la historia.

 

Con una magnitud 9,5Mw (Moment magnitude), los científicos calculan que lo que sucedió esa tarde en términos de energía liberada fue 20.000 veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial.

 

Unos 15 minutos después del movimiento telúrico, vino algo aún peor: un tsunami con olas superiores a los 10 metros arrasó con buena parte del sur del país.

 

Se calcula que murieron más de 1.600 personas, hubo 3.000 heridos y 2 millones quedaron sin hogar en el sur del país, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).

 

Esto provocó un cambio en el mapa de Chile: se alteraron los cauces de los ríos y grandes porciones de tierra se hundieron.

 

Según Hernán Olave en el libro Horas de Tragedia, "El terremoto era como un gigantesco cíclope que con un enorme mazo iba aplastando todo con furiosa ira. Un solo golpe y abajo la torre del cuartel de Bombas... Impuestos Internos, el Centro Español, la Catedral, la Iglesia Evangélica y tantos otros. De pronto el gigante enloqueció y empezó a repartir mazazos a diestra y siniestra, dejando brutalmente herida a toda la ciudad".

 

 

Víctimas y daños

Gran parte del sur de Chile fue destruido por los dos terremotos y el maremoto; el periódico La Cruz del Sur informaba el 28 de mayo de 1960 la existencia preliminar de 962 muertos, 1410 desaparecidos y 160 heridos de diversa consideración.5​

 

Ñuble a Cautín

Chillán, la ciudad más austral que mantenía contacto con Santiago tras el terremoto, tuvo el 20 % de sus edificios dañados gravemente. Talcahuano quedó con el 65 % de sus viviendas destruidas y el 20 % de las que se mantenían estaban inhabitables, mientras la vecina ciudad de Concepción contaba con más de 125 muertos y 2000 hogares arrasados.El puente sobre el río Biobío se derrumbó en tres secciones, mientras la usina de la Siderúrgica Huachipato estuvo a punto de quedar inutilizable, después de que la mezcla de hierro comenzara a enfriarse tras el corte de la energía eléctrica. El agua inundó las minas subterráneas de carbón de la península de Arauco. Los Ángeles fue destruida en un 60 % y Angol en alrededor del 82 %, quedando 6000 personas en dicha ciudad sin hogar.[cita requerida] El lago Villarrica se desbordó, mientras un alud de tierra sepultó a los 300 habitantes de la comunidad mapuche de Peihueco.

 

Valdivia

Valdivia y sus alrededores fueron las zonas más afectadas con el desastre natural de 1960. El 40 % de los hogares fue destruido por el movimiento telúrico, dejando a más de 20 000 personas damnificadas.[cita requerida] El río Calle-Calle se desbordó, inundando gran parte del centro de la ciudad, lo que obligó a la evacuación de los barrios de Collico, Las Ánimas e Isla Teja. Los principales edificios, como el del Cuerpo de Bomberos y el Hospital, quedaron inutilizables. El cercano puerto de Corral sufrió el azote del maremoto que arrastró a gran parte de su población, dejando centenares de muertos y desaparecidos. La bahía en que desemboca el río Valdivia recibió a diversos barcos arrastrados por las olas: el Carlos Haverbeck y Canelos, los vapores Prat y Santiago, los remolcadores Pacífico y Chanchorro y el buque de dragado Covadonga, muchos de los cuales se hundieron principalmente. El Canelos varó en un sector del río Valdivia, mientras que el Santiago recaló en las cercanías de Niebla y la Covadonga, sobre una escuela en las cercanías del río Cutipay.

 

 

Pueblos costeros

Al igual que en Corral, en toda la costa el maremoto provocó más daños que el terremoto mismo. En la zona de Cautín, los pueblos de Toltén —el cual fue trasladado a un nuevo emplazamiento—, Puerto Saavedra y Queule fueron prácticamente borrados del mapa. En Puerto Saavedra, su población de 2500 habitantes alcanzó a huir a tierras altas antes de presenciar como las olas arrastraban las casas mar adentro —a excepción de una—; lo mismo ocurrió con los otros dos pueblos que fueron completamente asolados.[cita requerida] Situaciones semejantes ocurrieron en poblados de la costa de Valdivia (como Los Morros, San Carlos, Amargos, Camino Amargos, Corral Bajo, La Aguada, San Juan, Ensenada, Niebla, Mehuín y Los Molinos) y la costa de la provincia de Osorno (Bahía Mansa, Pucatrihue, Maicolpué y Choroy Traiguén).

 

Osorno

En el sector cordillerano del lago Rupanco más un centenar de personas desaparecieron o murieron producto del terremoto, luego de que el desprendimiento de más de 100 millones de metros cúlbicos de tierra al lago provocó una ola de hasta 10 metros de alto que golpeó a las localidad de Gaviotas y sus alrededores. Una de las pérdidas más significativas fue el Hotel Termas de Rupanco, que fue arrasado por completo por un alud.27​

 

Llanquihue y Chiloé

Puerto Montt fue una de las comunas más devastadas por el terremoto. Si bien la cantidad de fallecidos no superó la centena —en ese tiempo la población urbana bordeaba los 36 000 habitantes—, el 70 % de las viviendas de la ciudad quedó en estado irreparable o inhabitable.28​29​30​ El puerto, la costanera, la estación de ferrocarriles, Angelmó, el barrio Chorrillos-Miraflores y Población Modelo fueron algunos de los sectores más afectados, mientras que en Población Modelo —debido al deslizamiento de laderas— se registró el mayor número de víctimas. El aeropuerto El Tepual —cuya pista había sido terminada recientemente por lo que fue abierto para atender la catástrofe— cumplió un rol crítico (junto con la base aérea de Chamiza) para el establecimiento de un puente aéreo de ayuda internacional con el cual se auxilió a los miles de afectados en la zona, ya que era el único aeropuerto que se encontraba en la zona afectada al sur de Concepción. La gran destrucción causada en la comuna y provincia fue el ímpetu con el cual la ciudad empezaría después a expandirse hacia sus terrazas, gracias a la creación de nuevas poblaciones que abastecerían la alta demanda de viviendas que provocó el terremoto.

 

En Chiloé, gran parte de los pueblos costeros también sufrieron el embate de las aguas, con cifras aproximadas de 800 muertos,5​ destruyéndose además la mayor parte de los palafitos en lugares como Chonchi o Dalcahue; los pequeños poblados de la costa occidental quedaron aislados y Rahue fue completamente arrasado y destruido por completo.

 

 

Impacto posterior

El impacto del terremoto de Valdivia, tanto en Chile como en otros países, llevó a varios gobiernos a la creación de nuevos organismos públicos orientados a prevenir y controlar el daño derivado de eventos sísmicos de gran magnitud.

 

En Chile, el Plan Nacional de Emergencias creado para enfrentar la catástrofe de Valdivia se mantuvo años posteriores y en 1974 se convirtió oficialmente en la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), dependiente del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, la cual tiene como objetivo planificar, coordinar y ejecutar las acciones destinadas a prevenir o solucionar los problemas derivados de catástrofes naturales y otras emergencias.

 

El tsunami que arrasó con varias localidades a lo largo del Pacífico impulsó a las Naciones Unidas a solicitar la creación de un sistema de alertas global que avisara de la ocurrencia de fenómenos similares. Así, en 1965 nació el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center o PTWC, en inglés), localizado en Honolulu, Hawái.

 

Investigación sobre sacrificios humanos

Tras el gran sismo, y durante el periodo de las fuertes réplicas y maremotos, en la localidad de Collileufú, en la costa cercana a Puerto Saavedra, zona de la Araucanía —en el corazón de la zona indígena mapuche—, se realizó el sacrificio humano de un niño de seis años, con el objetivo de calmar a la naturaleza. El menor, llamado José Luis Painecur Painecur, fue arrojado al mar desde un precipicio. Una machi o chamán del pueblo mapuche llamada Juana Namuncura Añén, planteó a la comunidad esta forma de calmar al mar tras el tsunami y se procedió a la ceremonia. El cuerpo del niño nunca fue encontrado.

 

Tras investigar por dos años y procesar a los acusados, la justicia decidió no sentenciarlos dada la situación sin precedentes, dictaminando que los involucrados habían «actuado sin libre voluntad, impulsados por una fuerza física irresistible, de usanza ancestral», en conformidad con el artículo 10, inciso 9 del Código Penal chileno que establecía: "Quedan exentos de responsabilidad penal el que obra violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo insuperable". Durante el proceso, los inculpados recibieron golpizas y requirieron la protección de la policía.

 

 

Chile
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