En la madrugada de este viernes, la Policía de Añatuya fue alertada acerca del ingreso de un sujeto herido de arma blanca al hospital zonal. Los efectivos se dirigieron al centro de salud y se entrevistaron con el médico de guardia, Dr. Funes, quien manifestó que el individuo había fallecido. Lo identificó como Sergio "Yito" Pogonza (35), domiciliado en calle Sargento Cabral s/n del barrio Obrero.
Le había diagnosticado "paro cardiorrespiratorio con herida en hueco superior de la clavícula derecha, con sangrado". Comenzaron las averiguaciones dentro del propio nosocomio, donde los uniformados ya obtuvieron el nombre de su supuesto atacante: se trataba de un joven de apellido Albarracín, residente en avenida Dumas del mismo barrio, donde habría tenido lugar el crimen.
Se informó todo a la fiscal interviniente, doctora Alejandra Sobrero, quien ordenó que los pesquisas acudan de inmediato a la vivienda, se preserve el lugar, Criminalística realice las pericias de rigor, y se solicite colaboración a la División Homicidos.
Una vez en la casa donde ocurrió el asesinato, los guardianes del orden se entrevistaron con la madre del homicida, la cual indicó que su hijo llegó al domicilio momentos antes, que estaba lastimado y luego se fue, sin decirle hacia dónde.
La mujer les permitió ingresar para realizar sus labores. En el suelo, en el sector del patio del inmueble, hallaron restos de sangre y levantaron muestras.
Además, obre un cordón cuneta de la calle Tacuarí (en la parte posterior de la casa del asesino) se halló la presunta arma homicida: una "punta" de hierro de 15 cm de largo, con mango de madera atado con cordón, que también tenía restos de sangre.
En la vereda del frente a donde encontraron el elemento punzocortante, se observaban manchas de sangre. En una habitación encontraron una remera gris -también ensangrentada-, que la mujer admitió que pertenecía a su descendiente, y todo ello fue secuestrado.
La mujer manifestó que su hijo se llama Marcos Andrés Albarracín, de 25 años, alias "Quesito", jornalero.
La fiscal Sobrero acudió al lugar de los hechos para dirigir los trabajos y ordenó la inmediata búsqueda y detención del asesino, quien continúa prófugo.
