En conmemoración del 213º Aniversario de la Revolución de Mayo, la mañana de hoy fue testigo de una emotiva ceremonia en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Carmen. El Tedeum, oficiado por Mons. Vicente Bokalic, fue una ocasión para dar gracias y reflexionar sobre los desafíos actuales, y recordar a los ilustres varones de la Revolución. La celebración contó con la presencia del gobernador de la provincia, Dr. Gerardo Zamora, su esposa Claudia de Zamora y diversas autoridades provinciales, municipales y referentes de la vida civil.

La imponente catedral, ubicada en pleno corazón de Santiago del Estero, se vistió de gala para recibir a los fieles y líderes políticos en este día histórico. La figura de Mons. Bokalic, titular de la Diócesis de Santiago del Estero, en su homilía hizo hincapié en la importancia de la ocasión y en la necesidad de renovar la esperanza en tiempos difíciles.

"En este día recordamos un nuevo aniversario de ese 25 de Mayo glorioso, venimos a dar gracias y a pedir fuerzas y luces para profundizar nuestros caminos", expresó el prelado con convicción. Con palabras cargadas de significado, Mons. Bokalic contextualizó la situación actual y la importancia de mantener la fe en momentos desafiantes.

"En esta ocasión estamos pasando por tiempos particularmente difíciles, pero también debemos renovar la esperanza", afirmó el obispo. "Venimos a agradecer a Dios, fuente de toda razón y sabiduría, fuente de todo bien y verdad. A Dios, que ha bendecido nuestra patria con dones abundantes, tanto materiales como humanos. A Dios, que ha suscitado y acompañado a grandes próceres que nos han iluminado con su ejemplo y testimonio de valentía en la lucha por ideales nobles como la libertad, el progreso, la unidad, la justicia y la fraternidad".

"Qué bueno es hacer memoria de nuestras raíces y por supuesto del desarrollo de la comunidad que fue gestando una nación, tiempos de luces y muchas sombras también, tiempos de progresos y estancamientos y también de retrocesos. Nuestros padres de la patria eligieron un modo de vida para gobernar y es la democracia, por eso en este año estamos recordando los 40 años de vida democrática ininterrumpida en nuestro país, todos sabemos cuánto nos costó volver a este sistema de gobierno después de numerosas interrupciones que provocaron mucho sufrimiento y enfrentamiento entre nosotros, y muchas heridas que todavía no han cerrado, años oscuros de la patria a los que prometimos no volver nunca más", concluyó.

Tras el discurso de Mons. Bokalic, la catedral se llenó de música y alegría mientras el coro entonaba himnos patrióticos. La congregación se unió en cánticos y oraciones, compartiendo un momento de comunión y esperanza en futuro de la nación.

El Tedeum concluyó con una bendición especial por parte del obispo, quien instó a los presentes a seguir trabajando juntos por un futuro mejor, manteniendo vivo el espíritu de la Revolución de Mayo y los valores que ella representó.