El presidente de Embajada Abierta (EA), embajador Jorge Argüello, presentó el documental “G20: el futuro emergente”, realizado por la Fundación, ante más de 300 diplomáticos, funcionarios, legisladores, académicos, empresarios e invitados en el aula magna de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), de Buenos Aires.
El documental, que tendrá una segunda parte, aborda los desafíos globales que le esperan al Grupo de los 20 (G20) y, en especial, el rol de los países emergentes en el foro, en esta época de crisis superpuestas, o “policrisis”, como la definió en la presentación Argüello, sherpa de Argentina en el foro multilateral.
El trabajo, que será distribuido en la ONU y en países miembros del G20, aporta testimonios y reflexiones exclusivas de los sherpas de India (a cargo de la presidencia del G20), Brasil, Indonesia, México, China, Rusia y Sudáfrica sobre el papel del foro en la acelerada y compleja evolución de la realidad global.
En el acto, a través de un mensaje, el canciller argentino, Santiago Cafiero, destacó el rol creciente de los países emergentes en el G20 como “reflejo de la iniciativa del Sur global, no sólo en la economía y el PIB mundial, sino también en las respuestas a la crisis y desafíos del mundo”.
El evento se cerró con un diálogo público de Argüello con su colega sherpa Dinesh Bhatia, embajador de India en Argentina, durante el cual abordaron la posibilidad concreta de que el foro sea ampliado e incorpore, por ejemplo, con economías de África, y anticiparon la agenda de la próxima Cumbre de Líderes del G20, en Nueva Delhi, centrada en un desarrollo sustentable y la inclusión digital. India preside este año el G20.
Fragmentación y rivalidades
En su exposición, Argüello aceptó que “muchos dudan acerca de la capacidad del G20 para articular una mirada común ante los inmensos desafíos globales, en un mundo de creciente fragmentación, de rivalidades geopolíticas, de crisis superpuestas. Policrisis: es que el mundo se está volviendo más conflictivo, más fragmentado, menos cooperativo, más incierto”, explicó.
El G20 fue fundado en 1999, al cabo de una década de crisis financieras en la periferia del planeta. "Las economías del G7 tomaron una decisión política y convocaron a la constitución de algo más amplio, para contener a las economías emergentes y atajar los efectos de las crisis”, recordó Argüello. En 2008, en cambio, “la crisis estalló en el corazón del sistema”, matizó.
“El G20 implica una mixtura entre economías emergentes y los convocantes (G7), y eso supone distintos protagonismos. Si bien hoy el foro ya no se ocupa sólo de la emergencia de una crisis económica, sigue llevando una agenda marcada por el G7”, agregó.
En perspectiva, como reseña el documental -”la radiografía de un instante preciso de la vida del G20”-, la constitución del foro ha sido uno de los acontecimientos más importantes para la gobernanza económica mundial en las últimas décadas.
Pero “el mundo ha cambiado enormemente tras la creación del G20 y hoy los países emergentes están en posición de representar los intereses y aspiraciones del sur global y ayudar a encontrar soluciones a los problemas que afectan profundamente a los habitantes de este planeta”, afirmó el sherpa argentino.
En el contexto específico actual, de post pandemia, crisis y guerra, el Banco Mundial ha advertido sobre aquél preocupante escenario de crisis superpuestas y dos grandes retrocesos: un paso atrás en la reducción de la pobreza global después de tres décadas y una aceleración de las desigualdades.
Entonces, ¿continuará el G20 siendo relevante para dar respuesta a los múltiples desafíos globales? O se sumergirá en su irrelevancia hasta su disolución? ¿Qué papel deben jugar los países emergentes en esta coyuntura internacional?
En un escenario en que las organizaciones multilaterales “están perdiendo relevancia por distintos motivos, la urgencia de la crisis determinó que el G20 tenga un rol clave y lo está cumpliendo”, aseguró Argüello.
“En los próximos años -proyectó- las sucesivas presidencias de India en 2023, Brasil en 2024 y Sudáfrica en 2025 pueden impulsar una nueva perspectiva que evite que la agenda del foro internacional quede reducida a un mero reciclado de la que lleva el G7”, con mayor “consenso interno y una voz común” emergente.
“Con ello daremos un gran paso para afrontar las problemáticas que nos esperan en este mundo tan incierto”, autor entre otros libros de “¿Quién gobierna el mundo? El rol del G20 en el nuevo orden mundial”.
