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El Mundo #Francia

Macron insiste en que la reforma de las pensiones entrará en vigor antes de fin de año: "No es un lujo, es una necesidad"

"Si tengo que asumir la impopularidad de esta reforma, la asumo" ha expresado el mandatario.

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Crédito: El presidente francés, Emmanuel Macron, habla durante una entrevista televisiva desde el Palacio del Elíseo, en París, el 22 de marzo de 2023

El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha dirigido este miércoles a los franceses en una entrevista en televisión para asegurar que la impopular reforma de las pensiones, a las que se oponen siete de cada diez franceses y casi todo el arco parlamentario, "seguirá su camino democrático" y entrará en vigor antes de fin de año. Además, ha dado su confianza a la primera ministra, Elisabeth Borne, cabeza visible de la ley.

 

"El texto seguirá su camino democrático. Ha sido preparado por el Gobierno durante meses, lo ha modificado y han sido meses de debate. Es el texto enriquecido por el camino parlamentario", ha señalado el presidente, cuya intervención era muy esperada.

 

Macron interviene justo una semana después de haber abierto la caja de los truenos, al recurrir al artículo 49.3 de la Constitución, que permite sacar adelante una ley sin voto parlamentario, para aprobar su impopular reforma de las pensiones, que pretende retrasar la edad de jubilación de los 62 años a los 64.

 

El presidente ha insistido en los argumentos económicos y la necesidad de la reforma, porque hay ya más jubilados cobrando pensión que trabajadores en activo pra pagarlas: "¿Cree usted que me hace gracia esta reforma? No me hace gracia y me hubiera gustado no hacerlo, pero es el interés general (...) No es un lujo ni un placer, es una necesidad", ha dicho Macron, que ha advertido: "Si tengo que pagar el precio de la impopularidad, lo asumo".

 

Ha recordado que el Estado francés gastó mucho en la pandemia, y después con la guerra, para "ayudar a las empresas y a nuestros compatriotas". "El país no es el mismo", ha asegurado para justificar la necesidad económica de la ley. Según las cifras del Gobierno, el sistema entrará en un déficit que crecerá hasta los 12.500 millones de euros para 2030.

 

 

 

Firme

 

El mensaje es claro y firme. Se esperaba uno de calma por parte del presidente, tras una semana de movilizaciones, algunas violentas, y protestas contra la ley y la manera en que ha sido aprobada: por decreto. Macron ya había advertido, a través de sus colaboradores, que no iba a tomar medidas drásticas de momento, como cambiar el Gobierno o disolver la Asamblea. Tampoco retirar la ley.

 

Con este fin la oposición presentó dos mociones de censura, que se rechazaron el lunes, aunque una de ellas sólo quedó a nueve votos de prosperar, lo que hubiera significado también la caída del Gobierno.

 

"Borne tiene mi confianza para conducir este Gobierno", ha dicho Macron, despejando así la duda sobre si va a reemplazarla. Ha recordado que tras las mociones de censura demostraron "que no hay una mayoría alternativa". "El mandato que le he dado es que siga ampliando la mayoría en la medida que pueda", ha dicho.

 

 

 

"Escucho la cólera legitima"

 

Macron ha condenado los actos de violencia que se suceden desde el pasado jueves, con escenas de violencia, quema de contenedores y cargas policiales. Ayer hubo medio centenar de detenidos en París, pero ya van medio millar desde que empezaron las protestas. Interior ha denunciado que hay 300 agentes heridos desde el jueves pasado.

 

El presidente ha reconocido que "hay que escuchar la cólera" de los ciudadanos, pero "no se va a tolerar un desbordamiento": "La cólera legítima contra la reforma no justifica la violencia", ha señalado. "Respeto a los sindicatos, que defienden las protestas. Tienen una legitimidad", ha dicho Macron, que ha citado escenas como la del asalto al Capitolio en 2021 por los partidarios de Donald Trump o las recientes en Brasilia por los de Bolsonaro.

 

Preguntado sobre si lamenta algo, ha dicho que el no haber podido compartir con los franceses la necesidad de la misma. "Es una reforma difícil, nunca es popular, no competimos sobre quien tiene la responsabilidad. Estoy aquí para hacer lo que hay que hacer y hay que asumir los momentos difíciles. Es un compromiso colectivo", ha expresado.

 

Su discurso no parece haber calmado a nadie. Los sindicatos han denunciado el desprecio y la arrogancia de Macron hacia los franceses mientras que el líder de la izquierda radical, Jean Luc Mélenchon le ha llamado mentiroso. Esta mañana las protestas continúan con bloqueos en algunas refinerías y mañana se celebra la novena jornada de paro general organizado por los sindicatos. Esperan que sea la mayor movilización desde que empezaron las protestas en enero. 

 

Fuente: El Mundo 

Francia
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