Un efectivo policial fue aprehendido ayer por orden de la Dra. Pilar Gallo, de la Unidad Fiscal de Género y Violencia Intrafamiliar para la Circunscripción Banda y Robles, luego de ser denunciado por su esposa, a la que agredió y amenazó tras regresar de la fiesta de casamiento de la hija mayor de ambos.
Al inculpado, que reviste la jerarquía de cabo primero, se le retuvo el arma reglamentaria y se le aplicará el protocolo administrativo de la fuerza de seguridad.
“Perdido” en la fiesta
La denunciante manifestó que todo comenzó en la fiesta de casamiento de su primogénita, quien al momento de cortar la torta requería la presencia de su padre (el inculpado), al cual hacía llamar por el micrófono, pero no lo encontraban.
Tras 45 minutos de búsqueda del “perdido”, la esposa lo sorprendió escondido en el baño, con el teléfono celular en mano y mensajeándose con alguien, al parecer una mujer con la que tendría una relación paralela, según indicó.
En ese momento no quiso hacer problemas para no arruinar la fiesta de su hija, y decidió callar.
Le pide explicaciones
El matrimonio y la hija menor —de 14 años— regresaron a su domicilio alrededor de las 8 de ayer, y al llegar el acusado bajó unas bebidas alcohólicas que había traído desde la fiesta, momento en que la mujer le pidió explicaciones sobre la situación en que lo había hallado, en el baño del salón donde se hizo el festejo.
Agresión y lesiones
Tal requerimiento motivó una discusión, a la que el sujeto puso fin empujándola contra un portón, haciéndola golpear en la espalda y brazos.
La víctima le pidió que se retirara de la casa, y él le respondió que la que se tenía que ir era ella.
La mujer agarró el teléfono para llamar a la Policía y el acusado forcejeó con ella para quitarle el aparato, pidiéndole que no complicara las cosas, tras la cual la arrojó en un living y quiso ahorcarla con las manos. Luego intentó besarla y ella le mordió los labios.
La mujer le sacó las pertenencias, y el policía se retiró de la vivienda.
