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Especiales #Ciencia

Hallaron una nueva especie de dinosaurio: tenía 400 dientes y una forma particular de cazar

El animal prehistórico llamado Balaenognathus maeuseri fue encontrado en Alemania por un grupo de paleontólogos que estaba buscando huesos de cocodrilo en un bloque de piedra caliza.

Un estudio publicado por la revista digital "Palaontologische Zeitschrift", mostró cómo un grupo de investigadores halló por accidente un nuevo espécimen de dinosaurio con una característica nunca antes vista.

 

 

 

 

 

Se trata del apodado Balaenognathus maeuseri, una especie de pterodáctilo descubierto por un grupo de paleontólogos de la Universidad de Portsmouth (UP), Reino Unido, en el suroeste de Alemania.

 

Lo cierto, es que el profesor de la Escuela de Medio Ambiente, Geografía y Geociencias de la UP, David Martill, indicó en el informe investigativo que el esqueleto completo de este pterodáctilo fue hallado de manera accidental, cuando el grupo científico se encontraba excavando un “bloque de piedra caliza que contenía huesos de cocodrilo”.

 

“Este fue un hallazgo bastante fortuito de un esqueleto bien conservado con una articulación casi perfecta, lo que sugiere que el cadáver debe haber estado en una etapa muy temprana de descomposición, con todas las articulaciones, incluidos sus ligamentos, aún viables. Debió de quedar enterrado entre sedimentos casi tan pronto como murió”, explicó Martill en la investigación publicada por la revista "Palaontologische Zeitschrift".

 

Cómo era el dinosaurioCabe destacar, que el Balaenognathus maeuseri tenía alrededor de 400 dientes, con un estilo particular, similar al de una peinilla de cerdas delgadas, según indicó el profesor Martill.

 

“Las mandíbulas de este pterosaurio son realmente largas y están revestidas con pequeños dientes finos y ganchudos, con pequeños espacios entre ellos como un peine para liendres. La mandíbula larga está curvada hacia arriba como una avoceta (ave con un largo pico curvado hacia arriba) y al final se ensancha como una espátula. No hay dientes al final de su boca, pero hay dientes a lo largo de ambas mandíbulas hasta la parte posterior”, explicó.

 

De acuerdo a la cantidad de dientes en la parte superior e inferior del pico de este pterodáctilo, los expertos estiman que se alimentaban de la misma manera que lo hacen hoy los flamencos.

 

Aunque los dientes finos fueron una de las características que más llamó la atención para Martil y su grupo, lo más emocionante fue descubrir que en estos había un tipo de ganchos pequeños con los que atrapaban y devoraban a sus presas.

 

“Lo que es realmente singular es que alguno de los dientes tienen un gancho al final, algo que nunca habíamos visto en un pterosaurio antes. Estos pequeños ganchos habrían sido utilizados para cazar diminutas gambas con las que les gusta alimentarse, asegurándose de que descienden por su garganta y que no son aplastadas entre los dientes”, dijo Martill.

 

En tanto, el esqueleto del Balaenognathus maeuseri actualmente yace en el Museo de Historia Natural de la ciudad de Bamberg, en Alemania, y está exhibido para todo el público que desee conocer a este ejemplar de la familia de pterosaurios llamada Ctenochasmatidae.

Alemania
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