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Opinión

La revolución emprendedora

Emprender es revolución. Una revolución que genera riqueza, desarrollo, crecimiento social y educativo, pero por sobre todo genera satisfacción y orgullo personal.

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Rodolfo Llanos

Por RODOLFO LLANOS (*). La política ha tenido una posición negadora del impacto que los emprendimientos y los emprendedores tienen en la Argentina. La más violenta negación es la resistencia a otorgarle a este sector una definición que enmarque una identidad y una ubicación en la pirámide productiva.

 

Para algunos gobiernos “MercadoLibre” es un emprendimiento y su fundador, Marcos Galperin, es un emprendedor. Para otros, las cooperativas que arma la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) con el objetivo de recibir subsidios del Estado son emprendimientos y Juan Grabois un emprendedor social.

 

En la realidad, Marcos Galperin es un empresario y Juan Grabois es un político.

 

El Estado ha decidido, caprichosamente, denominar a los emprendimientos bajo el nombre de microempresas y las pone a competir en un mismo nivel con las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES). La mejor forma de no visibilizar un segmento del sector productivo es no dándole entidad. Si no tienen identidad ni entidad, no hay obligaciones a las cuales responder.  Anomia.

 

La anomia es un concepto que se refiere, de una manera general, a la ausencia de leyes, normas o convenciones en una sociedad o persona. La palabra, como tal, proviene del griego á¼€νομá½·α (anomía). De su etimología se desprende el uso en el ámbito tanto de las ciencias sociales y como de psicología, en ese sentido o su irrespeto o degradación por parte de un individuo o un grupo de individuos ante la incongruencia normativa.

 

Aquello que no tiene nombre no existe o su existencia queda limitada a lo preexistente. Es así como en el entramado productivo se busca degradar al emprendedor para que los grupos concentrados de poder puedan administrar y gestionar los recursos de la manera más conveniente para ellos. En contrapartida el emprendedor tiene en su ADN la fortaleza, el tesón, la pasión y la resiliencia necesarias para llevar a cabo las acciones que mantengan vivo a su emprendimiento por lo tanto inmune a los vaivenes políticos.

 

Emprender es revolución. Una revolución que genera riqueza, desarrollo, crecimiento social y educativo, pero por sobre todo genera satisfacción y orgullo personal. Los gobiernos populistas y pobristas no quieren en su pueblo esas características.

 

¿Cuál es el universo emprendedor?

 

Según el Informe “Estructura y dinámica reciente de las MIPYMES empleadoras” desarrollado por la Secretaría de la Producción, en el año 2021, hubo en Argentina más de 536.000 personas jurídicas, de las cuales el 83,3% se encuadran bajo la denominación de emprendimiento.

 

Los emprendimientos generaron el 61% del empleo asalariado registrado, explicaron el 49% de la masa salarial formal, concentraron el 46% de la facturación y el 16% del total de monto exportado.

 

El mapa productivo está conformado por 536.400 empresas distribuidas de la siguiente manera:

 

 

Hasta 9 ocupados: 800 empresas que corresponden al 83,3% del total.

De 10 a 49: 70.600 empresas que corresponden al 13,2%.

De 50 a 199: 15.300 que corresponden al 2,9%.

De 200 y más: 3.700 que corresponden al 0,7% del total de empresas activas.

La distribución geográfica de este tipo de firmas está concentrada: cuatro jurisdicciones agrupan el 70% de la población total de empresas del país: la provincia de Buenos Aires (32%), CABA (18,4%), Córdoba (9,9%) y Santa Fe (9,5%).

 

Los emprendimientos (de 1 a 9 empleados) tienen mayor presencia en los sectores de comercio; de transporte; en las actividades de servicios de baja complejidad orientados a personas y empresas; y en el agro.

 

Entre los años 2007 y 2012 hubo un fuerte crecimiento en la cantidad de emprendimientos. Luego, entre 2013 y 2017 se produjo un estancamiento. En el bienio 2018-2019 se acumuló una reducción de 30.000 firmas, situación que se agravó en el año 2020 con la crisis generada por la COVID-19.

 

 En términos de empleo, los emprendimientos ocupan mayor cantidad de personas en los sectores de comercio (331.000 trabajadores), agricultura (123.000) e industria manufacturera (117.000).

 

En materia exportadora, los emprendimientos aportaron el 16% del monto total obtenido en Argentina en 2021 por las ventas externas de bienes (USD 77.934 millones en 2021).

 

En el año 2011, en Argentina había más de 10.500 emprendimientos que realizaban envíos al exterior. En el 2021, quedaron 7.960.

 

Del total de emprendimientos del país, el 0,5% exportan bienes, el 17% son proveedoras de grandes empresas y un tercer conjunto vende bienes a ambos mercados (1%). El resto de los emprendimientos (81%) no están vinculadas a ninguno de los mercados mencionados.

 

Entre los emprendimientos solamente el 13% son proveedoras de grandes firmas, mientras que el 0,3% exportan y el 0,2% son exportadoras y proveedoras.

 

En el sector manufacturero se evidencia la falta de políticas públicas ya que solamente un 1,3% de los emprendimientos exportan

 

Necesidades del sector

 

El emprendimiento debe ser sacado de la anomia actual, tiene que ser definido en base a la realidad y de la misma manera su diferenciación de una PyME.

 

La generación de políticas de Estado que hagan que los 446,800 emprendimientos a través de un crecimiento genuino se conviertan en PyMEs.

 

Propiciar la creación via Comisión Nacional de Valores de vehículos de inversión para que los emprendimientos puedan abrir su capital al sector privado y tener financiamiento genuino que los acompañe en el crecimiento.

 

Los procesos de constitución y salida de la conformación societaria deben incentivar la creación de empresas.

 

Un sistema impositivo diferenciado de manera temporal que se adapte a la realidad del emprendedor posibilitando su funcionamiento ajustado a ley. Para ello también es fundamental la eliminación de los impuestos “sucios” del sistema tributario.

 

La articulación con Cancillería posibilitando que cada embajada sea una oficina de venta de los productos argentinos desarrollados por los emprendedores abriendo así el comercio internacional. En consonancia se necesitan medidas que atraigan la inversión extranjera y permita la rápida globalización de los emprendimientos.

 

Ventanilla de velocidad para que todos puedan resolver sus problemas con un trámite acelerado conciliado con cada gobierno provincial o municipal.

 

(*) El autor es Presidente de la Unión de Emprendedores de la República Argentina.

 

El pleno empleo en Argentina es absolutamente posible, la creación de riqueza y bienestar también y viene de la mano de los emprendedores. La revolución está en marcha. La política intentara detenernos. NO LO VAN A LOGRAR.

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