La vida de doña Rosa, la chipaquera, ya no es la misma desde aquel día. La tristeza está presente en su mirada y el que está ausente es su hijo primogénito, quien tenía apenas 19 años cuando murió en un accidente de tránsito. El paso de los años desde aquella tragedia familiar, provocó surcos en la piel de su rostro, aunque en su mente su hijo no crece, sigue joven, como aquella noche que le dijo “ya vuelvo, voy a estar un rato con los changos”. Esa fue la última vez que lo vio con vida. Las horas corrieron y se sentó sobresaltada en la cama durante la madrugada. Fue hasta la habitación de Diego, pero él no estaba; tampoco la moto con la que había salido y que había comprado poco tiempo atrás tras cobrar su primer sueldo de trabajo en una panadería. Su corazón de madre le decía que algo había pasado y su preocupación fue en aumento con el paso de los segundos. Lamentablemente no estaba equivocada. Su hijo había protagonizado un derrape y perdió la vida, no muy lejos de su casa.
Los accidentes de tránsito, además de truncar la vida de una persona, generan además dolor y tristeza en todos sus familiares, algunos de los cuales nunca llegan a superar la muerte del ser querido.
Los controles viales y las campañas de concientización sobre las trágicas consecuencias de la imprudencia y la falta de apego a las leyes de tránsito, no pudieron evitar que en 2022 murieran 230 personas en toda la provincia de Santiago del Estero por siniestros viales.
Las frías estadísticas marcan que agosto fue el mes más trágico con 26 víctimas fatales, mientras que en enero y julio perdieron la vida 25 personas en cada mes. En tanto, en febrero hubo 18 muertes; marzo, 16; abril, 22; mayo, 11; junio, 15; septiembre, 18; octubre, 18; noviembre, 20; y en diciembre, 16.
Otros datos
De acuerdo con los datos reunidos por Nuevo Diario en los centros de salud y en la Policía, en lo que va de este año, ya perdieron la vida 12 personas en siniestros viales.
El uso del casco y el cinturón de seguridad salva vidas
Un gran porcentaje de las 230 personas que murieron en accidentes de tránsito en 2002 fueron motociclistas, de los cuales muchos no llevaban colocado el casco protector, tal como lo establece la ley de tránsito. Su uso no solo es para cumplir la norma vial vigente, sino también para salvar la vida en caso de un siniestro. En este sentido, fuentes sanitarias indicaron que, en los motociclistas, las lesiones en la cabeza fueron las que provocaron el deceso de los pacientes accidentados.
El uso del cinturón de seguridad también es importante. Varios conductores o acompañantes de automotores perdieron la vida por las graves lesiones sufridas al salir despedidos en un vuelco o por los mismos golpes en la cabeza durante los tumbos del vehículo.
Accidentados alcoholizados abarrotan las guardias de los hospitales
El aliento etílico está presente en muchos de los pacientes accidentados que llegan a las guardias de los centros de salud públicos los fines de semana —se inician los viernes a la noche y terminan los lunes a la mañana, según indicaron fuentes sanitarias— y los feriados. El consumo de alcohol de los conductores es una irresponsabilidad que no solo pone en juego la vida de ellos, sino también de gente inocente.
