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El Mundo #Comunicado

El Gobierno de Sunak admite que el Reino Unido está en recesión y anuncia una subida generalizada de impuestos

La economía del país no recuperará los niveles previos a la pandemia hasta 2024. El ministro de Economía, Jeremy Hunt, anuncia una subida del salario mínimo de casi un 10%. Los mercados responden con calma ante el plan fiscal presentado por Downing Street.

El primer paso para solventar un problema es reconocer su existencia, y el ministro de Economía del Reino Unido, Jeremy Hunt, ha evitado cualquier paño caliente al comenzar este jueves a exponer un plan fiscal que supondrá una subida generalizada de impuestos y recortes en el gasto público. El país ha entrado en recesión, y seguirá en ella a lo largo de 2023, ha admitido Hunt. “La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria [OBR, en sus siglas en inglés] ha llegado a la conclusión de que ya estamos en recesión, y de que la economía se reducirá en un 1,4% el año que viene antes de regresar en 2024 a la senda de crecimiento”, ha dicho el ministro.

 

Para compensar un agujero fiscal de más de 60.000 millones de euros, agravado después de la fallida rebaja de impuestos anunciada por el anterior Gobierno de Liz Truss, el nuevo Ejecutivo de Rishi Sunak se ha visto obligado a anunciar una subida impositiva generalizada, que intentará cubrir casi la mitad de ese agujero. La otra mitad deberá subsanarse con recortes en el gasto público que han llevado a muchos economistas a bautizar el periodo que se avecina como Austeridad 2.0, en recuerdo a la era de restricciones en los servicios públicos que siguió a la crisis financiera de 2008. Las medidas planteadas este jueves suponen situar la presión fiscal en el Reino Unido al nivel más alto desde la II Guerra Mundial.

 

A diferencia del pánico que provocó en los mercados el plan de Truss, las medidas expuestas por el ministro de Economía, en una comparecencia cuyo doloroso contenido había sido anticipado durante días a los medios, han sido recibidas por los mercados con aparente calma. La libra esterlina ha visto descender su cotización frente al dólar, aunque lejos del desplome que vivió el pasado septiembre. Los bonos de deuda pública a largo plazo, revalorizados en las últimas semanas en anticipación de la nueva senda ortodoxa del Gobierno de Sunak, han bajado levemente, sin desatar alarmas. El plan del Gobierno había sido claramente diseñado para transmitir estabilidad y rigor a los inversores, aunque suponga el anuncio de prolongadas penurias para los ciudadanos.

 

Hunt ha rebajado el nivel de renta a partir del cual los británicos deberán pagar el tipo máximo del IRPF del 45%. De las 150.000 libras actuales (unos 170.000 euros) pasará a 125.140 libras (143.000 euros, al cambio actual). Pero, sobre todo, la mayor recaudación fiscal prevista por el Gobierno de Sunak procederá de lo que se conoce en la jerga como “impuestos invisibles”. Al congelar hasta 2028 el mínimo exento —y no actualizarlo al nivel de una inflación que se sitúa ya en el 11,1%—, tanto en el impuesto sobre la renta, como en el de sucesiones o en las cuotas a la seguridad social, la recaudación general puede aumentar en miles de millones, con una subida salarial media prevista en el sector privado de en torno a un 6%.

 

Muchos trabajadores comenzarán a pagar el tipo mínimo del 20% al superar las 12.570 libras anuales, y otros tantos pasarán a pagar el 40% al rebasar el umbral de las 50.000 libras. La OBR calcula que las medidas provocarán que aumente en 2,6 millones el número de contribuyentes. El ministro de Economía ha anunciado, además, una rebaja del mínimo exento en las ganancias de capital, desde las 12.000 libras (13.700 euros) a 6.000 (6.800 euros) en 2023, y 3.000 (3.400 euros) en 2024. En total, la recaudación fiscal del Gobierno británico, según los planes anunciados, aumentará en 28.500 millones de euros.

 

Sunak recupera el impuesto a las empresas energéticas por los beneficios extraordinarios (windfall tax, beneficios caídos del cielo) obtenidos por el encarecimiento energético derivado de la guerra de Ucrania, que su antecesora Truss eliminó. “Desde el próximo 1 de enero hasta el 28 de marzo, aumentaremos ese impuesto del 25% al 35%. Del mismo modo, también gravaremos los beneficios extraordinarios de las empresas generadoras de electricidad con baja emisión de carbón, con un 45% adicional”, ha anunciado Hunt.

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