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Estimulación eléctrica permite a personas con parálisis volver a caminar

La aplicación de dispositivos que impulsan la comunicación nerviosa no son novedad, pero recientes estudios indicaron que puede ser esencial para la recuperación de funciones motoras perdidas.

Hasta hace no muchos años, pensar que una persona con parálisis vuelva a caminar parecía casi un milagro en vez que una realidad. Sin embargo, la ciencia nunca frena en su afán por mejorar la calidad de vida de la humanidad. Ahora, un grupo de investigadores de Estados Unidos, Suiza, Austria y Canadá logró que nueve pacientes volvieran a caminar mediante la aplicación de descargas eléctricas en la médula espinal y la ayuda de un robot. Tras cinco meses de esta terapia, la mitad de los voluntarios dejó de necesitar estos impulsos para su andar.

 

El uso de la estimulación eléctrica para restaurar funciones perdidas del organismo no es nuevo. Aunque, se podría decir que su aplicación en los pacientes con lesiones en la médula espinal es contemporánea. Durante la última década, gracias a los avances tecnológicos, el uso de estos estímulos comenzó a profundizarse. Aunque aún restaba identificar cuáles eran las células a las que debían dirigirse.

 

Según un estudio recientemente publicado en la revista Nature, esta incógnita dejó paso a una certeza. Gracias a la generación de un mapa molecular en 3D de la médula espinal, los expertos pudieron identificar, mientras el paciente se recuperaba de la lesión, un grupo de neuronas ubicado en su región más externa. “Aunque estas neuronas no son necesarias para caminar antes de una lesión de la médula espinal, demostramos que son esenciales para la recuperación de la marcha con Estimulación Eléctrica Epidural (EES, por sus siglas en inglés) después de una lesión de la médula espinal”, afirmaron los expertos en el documento.

 

 

La médula espinal se podría describir como una suerte de autopista de impulsos nerviosos. Gracias a ella, cuando se piensa en caminar, desde el cerebro se dispara la orden y las piernas avanzan paso a paso. Sin embargo, cuando se rompe por alguna clase de accidente o patología, aparece la parálisis. Dependiendo de dónde se haya “roto” esta ruta será el límite para el movimiento.

 

En el caso de las personas con lesiones cervicales, por ejemplo, su capacidad de movimiento se reduce a la cabeza. Para aquellos que lo padecieron en la región lumbar, las piernas dejarán de sentir este impulso nervioso y no habrá más movilidad. Vale aclarar que, esto depende de cuán grave es la lesión. Cuando hay una interrupción total, incluso se pierden las sensaciones, cuando es parcial habrá algunos limitantes.

 

Ahora, gracias a esta estimulación eléctrica, los científicos lograron que esta interrupción pueda sortearse e, incluso, evadirse por completo, ya que otro grupo de neuronas (que originalmente no son necesarias para caminar) logró reorganizarse para reparar la autopista.

 

Para lograr que esto ocurra, y tras casi una década de trabajo, los investigadores desarrollaron la Estimulación Eléctrica Epidural (EES, por sus siglas en inglés). Se trata de un dispositivo con múltiples electrodos y se posiciona por arriba de la membrana más externa de la médula espinal. Esta capa actúa como una suerte de puente artificial que, tras la aplicación de estas descargas eléctricas, pasa por alto la lesión. Tras algunas sesiones, los expertos indicaron que este impulso logra activar a las neuronas de las regiones sanas y enviar señales a las vías nerviosas cercanas.

 

Esto se concretó, según advirtieron los investigadores, en “nueve personas que se inscribieron en el primer ensayo clínico en humanos de ‘Stimulation Movement Overground’ (STIMO)”. “Los primeros seis participantes presentaron parálisis motora severa o completa, pero todos habían conservado algún grado de sensibilidad en las piernas. Los otros tres participantes presentaron parálisis sensoriomotora completa”, describieron los expertos. En ese sentido, resaltaron que esta técnica permitió que todos los “participantes mejoraran o recuperaran la capacidad de caminar mientras estaban apoyados en la interfaz robótica”.

 

Pero eso no es todo, ya que “los participantes, incluidos dos con parálisis sensoriomotora completa, podían ejercer un control volitivo (a voluntad) sobre la amplitud de sus pasos cuando se encendía EES”. Tras cinco meses de terapia, “que consistió en estar de pie, caminar y realizar varios ejercicios”, los voluntarios pudieron “caminar al aire libre con el SEE encendido y un dispositivo de asistencia para la estabilidad”. Es más, cuatro de ellos “restauraron la marcha incluso en ausencia de EES”. Es decir, que volvieron a andar libremente.

 

Fuente: Infobae.

 

 

 

Estados Unidos
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