Casi siempre con la misma metodología. Con las mismas excusas, aprovechaba para llevar a cabo sus depravadas intenciones con tres nenas, sobrinas de su pareja. Los macabros episodios sucedieron durante años, hasta que las menores se animaron a contar lo sucedido y que tuvo sentencia este viernes, cuando se condenó al sujeto S.M (identificado por sus iniciales para proteger la identidad de las víctimas) a la pena de 6 años de prisión efectiva por tres delitos, a pesar de que Fiscalía había solicitado 12 años de prisión.
Primer hechoLos hechos sucedieron durante años. Según la investigación se pudo determinar que en uno de los casos, la menor A.A.T fue buscada por este sujeto -esposo de la tía materna de la madre de la niña víctima- quien buscó en su auto a la menor, quien en ese momento tenía entre 8 y 9 años de edad (actualmente tiene 17 años) y a cuatro sobrinos más para llevarlos a una casa, ubicada en Pocito. Durante el trayecto, sentaba a la menor en el medio del asiento delantero, entre él y su mujer, y aprovechaba la oscuridad de la noche para tocarle los genitales. Estos abusos fueron perpetrados por S.M en varias ocasiones, al menos diez oportunidades donde le pedía al resto de los niños que iban en el auto que descendieran del mismo para de esa forma quedarse a solas con la víctima para proceder a tocar sus partes íntimas. No solo eso, también besaba a la niña en su boca por la fuerza ante la resistencia de la menor.
Segundo casoLa nena, identificada como J.N.T sufrió los abusos cuando tenía entre 7 y 8 años. S.M, esposo de la tía materna de la víctima, la pasó a buscar por su casa en su auto, la sentó en el medio del asiento delantero, le metió la mano derecha a la menor por debajo del pantalón y le tocó sus partes íntimas. En el mismo contexto, como el imputado vivía atrás de la casa de su abuela, aprovechaba para buscar a la niña y a sus primos todos los fines de semana. Era en esos momentos que el imputado hacía que la víctima se sentara a su lado en el auto y aprovechaba para llevar a cabo sus abusos, que fueron perpetrados hasta que la niña tenía 12 años de edad. Por otra parte, también quedó acreditado que un día domingo, sin fecha precisa determinada, el imputado fue a cenar a la casa de la niña junto con su esposa, y mientras todos se encontraban sentados en la mesa, y la niña al lado del imputado, el depravado aprovechó y pasó su mano por debajo de la mesa y tocó las partes íntimas de menor por encima del pantalón. Al igual que A.A.T, a la nena J.N.T también la besaba en la boca de manera reiterada.
Tercero, exactamente igualLa misma historia. Casi el mismo relato. Es que con la niña P.M.T también quedó acreditado que su tío abuelo, esposo de la tía materna de la madre de la víctima, cuando la niña tenía 9 años de edad y la recibía en su casa de Pocito, la abrazaba y la sentaba en su falda, y en ese contexto le tocaba la cola. Pudo la niña narrar también que un día, mientras el agresor estaba acostado en su cama, llamó a la niña y cuando ella se acercó, la abrazó, la recostó arriba de él y le tocó la cola, a lo que la víctima se levantó y le dijo ‘‘no me gustan esos abrazos” y se fue de la habitación.
Lo cierto es que este viernes, en juicio oral y público en el que el Ministerio Público Fiscal, solicitó la pena de 12 años de prisión efectiva, el tribunal compuesto por los jueces Veronica Chicón, Gema Guerrero y Federico Rodriguez decidieron condenar por unanimidad a la pena de 6 años de prision de cumplimiento efectivo en el Penal de Chimbas. Los delitos que se le imputaron fueron: abuso sexual gravemente ultrajante por su duración contra A.A.T y J.N.T.; y abuso sexual simple reitado contra P.M.T.
