En la última sesión del día 20, el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Añatuya aprobó un proyecto donde requiere al cuestionado intendente Héctor “Pocho” Ibáñez la remisión de informes de tesorería municipal de todo el periodo contable 2022, tal como autoriza el Art.161, periodo durante el cual no se presentaron los informes que deberían ser mensuales, por lo que se desconocen los movimientos económicos del ejecutivo, que no tiene contador ni tribunal de cuentas y el cual está obligado ahora a responder en un plazo de 48 horas bajo apercibimiento de ser calificada la omisión de respuesta como falta grave.
El pedido había sido presentado por los bloques "Frente Por Añatuya", del "Frente Justicialista" y "Frente Encuentro Cívico" el pasado 13 de octubre, ante la proliferación de archivos de un organismo recaudatorio fiscal, a través de los cuales se observa, la supuesta emisión de volúmenes importantes de cheques oficiales del municipio de la ciudad de Añatuya, destinados a pagos de proveedores locales por montos de $ 2.557.261,40; $ 1.938.576,00, 23.072.910,00 y $ 31.110.545,50, según consta en el pedido de informe.
La situación de Ibáñez a pocos días de dejar su cargo es ya un escándalo político, a lo que se suma una grave situación de mora respecto de la construcción de 50 viviendas, las que fueran encomendada por el Ministerio de Desarrollo Social al municipio a cargo de Ibáñez, quien públicamente anunció que estarían construidas en octubre de 2021 y que recién, ante la inminencia de una derrota a mediados del presente año se apresuró por iniciar la construcción de unas diez viviendas, las que luego de la derrota electoral no terminó de construir, desconociéndose el destino de los fondos que fueron recepcionados por la municipalidad de Añatuya, comenzando a circular en los últimos días fotos tomadas por los mismos empleados municipales del interior del obrador municipal en el que se advierten partes de insumos, supuestamente destinadas a dichas vivienda en total estado de abandono y bolsas de cemento en gran cantidad ya inutilizables por haberse endurecido.
Esta situación ya había generado un podido de informe en los primeros días del mes de agosto, en el que se solicitaba un informe del “avance de abra, si los hubiere, lugar de la construcción y listado de los adjudicatarios de las 50 viviendas” informe que jamás fue respondido por Ibáñez.
Lo cierto es que, a pocos días de la extinción del mandato de Ibáñez, a diario surgen nuevas sospechas acerca de la manera en que se estuvo gestionando el municipio y crece la preocupación por el estado en el que el nuevo intendente municipal heredará el gobierno.
