Hace exactamente 4 años, "La Voz de la Chacarera" se apagó. Fue el 24 de septiembre de 2018, tras una neumonía de la que no pudo recuperarse.
Pese a su desaparición física, el legado de Alfredo Ábalos continúa y lo cierto es que cada vez tiene mayor reconocimiento de los músicos y el público en general. Un 'distinto', inigualable y, para muchos, 'el mejor cantor y bombisto'.
De izq. a der.: Alfredo, Pablo Raúl Trullenque y Carlos Carabajal.
Recordamos la última entrevista que brindó al Multimedio en 2016, en su casa del barrio 8 de Abril, donde vivía con su esposa "Muni" Santillán y sus tres hijos, Martín, Santiago y Carolina.
“Amo mi país. Si la gente tiene la oportunidad de viajar y conocer otros lugares, tienen que recorrerlo entero. Es extenso y tiene miles de lugares bellos. Hay ciudades increíbles, que tienen mucha historia. Deberían conocerlo y valorarlo".
Con "Muni" Santillán, su esposa.
"La primera vez que viajé fuera del país fue cuando recibí un llamado telefónico a mi casa. Estábamos con mi esposa y sonó el teléfono. Le pedí que atendiera y le dijeron que era un argentino que estaba viviendo en Estado Unidos. Me pidieron que viajara a Nueva York para que presentara un show. Pensé que eran unos amigos y que se trataba de una broma. Pero viajé y fue una experiencia única".
"Nací entre artistas y descubrí que la música era lo mío cuando comencé a cantar con mis hermanos y mis padres. Tuve una vida muy bella, viví muchas cosas. Conocí a muchísimas personas y tuve la oportunidad de cantar con gente querida", decía en ese diálogo.
Alfredo nació en San Fernando, provincia de Buenos Aires. Era profesor de danzas nativas, recibido en la escuela del profesor José Gómez Basualdo, y fue miembro fundador de la Sociedad de Folcloristas de Santiago del Estero.
Fue jurado del Pre-Cosquín en el período 1981- 86. Tuvo una trayectoria de más de 50 años con la música y entre sus discos se encuentran: 'Herencia folklórica', '¡Silencio! Canta Alfredo Ábalos', 'Moneda que está en el alma' 'Se pierde si no se da', 'La voz de la chacarera', 'Las coplas de la vida', 'Con la conciencia tranquila', 'Una quimera más' y 'Te digo, chacarera'.
A partir de su labor como recopilador de coplas populares dictó numerosas conferencias en universidades del país. Premios obtenidos: Emblema de Oro otorgado en el Festival de la Tradición, Añatuya, 1972; Premio al Folclorista más destacado (Escuela de Artes Aplicadas, Santiago del Estero, 1975); Premio La voz argentina en Nueva York (Nueva York, EE.UU., 1987); Mistol de Oro (Santiago del Estero, 1987) y Premio Cóndor otorgado por el Teatro Coliseo (La Plata, 1994) y el Premio Konex en dos oportunidades.
En esa pequeña urna de madera y en el living de su casa del "Potrero de los Taboada" (Bº 8 de Abril) están las cenizas de Alfredo, pues era su voluntad ser cremado cuando se fuera "de gira".
