Un árbitro de fútbol se encontraba imponiendo justicia en un campo de juego de la localidad de Maco. Se trataba de un encuentro por una de las ligas amateur del sur del departamento Capital. El partido estaba “caliente” y la pierna fuerte estaba presente cada vez que se iba a disputar la pelota. En una de esas jugadas, el juez de apellido Ruiz (48 años) advirtió que uno de los jugadores cometió una infracción que consideraba que era para expulsión. Le mostró la tarjeta roja y lo invitó a que se retirara del campo de juego. El futbolista amateur insultó al árbitro y lo atacó, ocasión en la que le propinó una patada en la pierna izquierda, a la altura de la rodilla. En este sentido, la víctima intuyó que trató de golpearlo en los genitales, aunque no pudo cumplir con el objetivo. El expulsado proseguía enardecido por la expulsión.
El árbitro habló con los capitanes de ambos equipos, a quien les explicó que este tipo de partidos se trata de encuentros para divertirse y confraternizar, sin provocar lesiones en el circunstancial rival ni atacar a golpes a nadie, por lo que consideró que no estaban dadas las condiciones para proseguir con el cotejo. En consecuencia, lo suspendió para evitar males mayores. En ese momento, el juez fue sorprendido otra vez por el expulsado, quien le propinó un golpe de puño en el rostro y resultó lesionado.
Tras el nuevo ataque, los compañeros del sospechoso le cuestionaron que no haya expulsado también al jugador del otro equipo. Se produjo un nuevo incidente, por lo que la víctima y otros futbolistas sacaron de la zona al árbitro y lo pusieron a resguardo.
El violento hecho provocó que Ruiz se presentara en la sede policial y realizar la denuncia penal en contra de su agresor, de apellido Gorosito, y se dio intervención al Ministerio Público Fiscal.
