Un empleado público, domiciliado en el barrio Campo Contreras, decidió salir a disfrutar un momento de esparcimiento. Tras la cena, el hombre de 53 años se trasladó hasta un local bailable de Pedro León Gallo y Corrientes del barrio San Martín de la Capital. En el lugar encontró conocidos con los que se reunió. Sin embargo, el abundante consumo de bebidas espirituosas y el “desgaste” el baile comenzaron a provocar cansancio y el consecuente sueño. El empleado público se quedó dormido y al despertarse, el local ya se encontraba casi vacío. En ese momento, advirtió la ausencia del celular Galaxy J2 Core y una billetera con DNI, tarjeta de débito y 20 mil pesos. Sus circunstanciales acompañantes, entre ellos una mujer con la que bailó, tampoco se encontraban.
El hombre regresó a su domicilio y no quiso realizar la denuncia en ese momento por “vergüenza”, debido a las circunstancias en la que sucedió el hecho ilícito. No obstante, decidió realizar averiguaciones entre la gente que compartió con él la madrugada de diversión. Las sospechas se dirigían hacia una mujer del barrio 750 Viviendas. Se trasladó hasta su casa, donde la sospechosa negó haberse apoderado de sus pertenencias.
Posteriormente, le pidió a un amigo que se comunicara con su celular al número del aparato robado, ocasión en la que atendió una mujer que alcanzó a decir “hola”, aunque después cortó la llamada y apagó el teléfono. Para el damnificado, era la voz de la sospechosa.
El hombre realizó la denuncia y se inició una investigación, con conocimiento de la Fiscalía.
