No había mejor lugar que San Luis para jugar este Talleres-Newell’s. Justo dos equipos que necesitaban un cambio de aire, un viento que se llevara los problemas y renovara el ambiente. Y fue el conjunto cordobés el que aprovechó esas ráfagas de casi 70 km/h que coparon el Juan Gilberto Funes y que fueron incontrolables toda la noche. Literal, eh. Al punto que a NOB se le voló de las manos un triunfo que parecía controlado y que terminó en manos de la T, que en el ST cambió la cara, la postura y consiguió pasar a cuartos de la Copa Argentina. La misma que se le negó en la final pasada frente a Boca... Ahora espera por Independiente o Vélez, que juegan el 15/9.
Pese a las ocho ausencias por lesión (once contando las salida de Mansilla, Portillo, Sordo...), al interinato de Adrián Coria -la fecha pasada fue Tognarelli el que suplió la salida de Javier Sanguinetti- y a las inclemencias del tiempo, el elenco rosarino hizo méritos como para que el viento soplara a su favor en el PT. Siempre trató de hacerse dueño de la pelota, de romper por las bandas y atacar a un Talleres golpeado, y que tras la renuncia de Caixinha tuvo el interinato de Javier Gandolfi. Y si bien el CAT generó la primera más clara (Godoy remató solito a la humanidad de Morales), NOB lo terminó abriendo por insistencia y por una falta clara de Catalán a Juanchón García, autor del 1-0 de penal.
Pero Talleres sabía que no podía dejar pasar esta Copa porque es la única que tiene -y tendrá en este 2022- al alcance: marcha último en la tabla anual para clasificar a las próximas copas. Y actuó en consecuencia: cambió de ritmo, le metió vértigo a la ofensiva con Valoyes y Godoy (autor del empate, compartido con Ditta) y lo terminó dando vuelta gracias a un producto de la cantera: el pibe Juan Cruz Giacone (18 años) entró y marcó su 1° gol en Primera, y el que metió a la T en cuartos. Ahora se vendrá Independiente o Vélez aunque el aire cambió para bien en el elenco tallarín. Sí, Talleres tiene viento en Copa...
