Las Fuerzas Armadas de Perú lanzaron esta semana una de las más duras ofensivas recientes contra los remanentes del grupo ultraizquierdista armado Sendero Luminoso en la zona selvática de VRAEM, con el saldo hasta el momento de dos militares muertos y un número no precisado de ex senderistas.
La gran incógnita gasta ahora era la suerte del jefe de los remanentes de Sendero, Víctor Quispe, “José”, quien según los militares resultó “seriamente herido” en el sorpresivo ataque, que comenzó el jueves en una zona especialmente escarpada del VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro).
Las autoridades afirman que Quispe está herido sin aportar precisiones, pero el portal periodístico IDL Reporteros, habitualmente bien enterado del tema, informa que se habrían detectado movimientos desesperados en procura de medicinas.
La acción, en la que murieren un oficial de la Marina y un suboficial del Ejército, se lanzó en momentos en que el país vive un complicado momento por acciones políticas, judiciales y fiscales contra el presidente Pedro Castillo.
El VRAEM, una extensa e inhóspita zona, con abundantes sembrados de coca y formada por territorios selváticos de cinco departamentos, se ha constituido desde hace años en el principal centro de operaciones de organizaciones de narcotraficantes, la mayoría de veces ligadas a cárteles mexicanos.
Allí también subsiste la única columna de lo que fue Sendero Luminoso, el grupo maoísta fundamentalista que operó entre 1980 y 2000 y que desató una insurrección que, según la Comisión de la Verdad, dejó casi 70.000 muertos.
Aunque a falta de otro nombre al grupo de “José” se le sigue llamando Sendero, en la práctica es nueva organización, que rompió ideológicamente con la original, renegó de su fundador y líder, Abimael Guzmán, y se convirtió, según fuentes oficiales y expertos, en una suerte de ejército del narcotráfico con pocas ambiciosas políticas.
El grupo recibió su más duro golpe en enero de 2021, cuando fue abatido Jorge Quispe, “Raúl”, hermano de Víctor y quien colideraba con éste a la columna, cuyo número de integrantes se desconoce.
“¿Es realmente el epílogo (de José y su grupo)? Es difícil predecirlo en las guerras irregulares, pero queda claro que nunca se estuvo más cerca”, señaló IDL Reporteros. “Pudiera ser la víspera del fin victorioso de 40 años de guerra”, agregó.
De lo que fue Sendero solo queda, además, el Movimiento Por Amnistía y Derechos Fundamentales, una organización urbana que busca involucrarse en algunas luchas sociales. (Télam)
