Cada vez que recibe un “no” de su expareja para retomar la relación, la busca y le causa algún daño. Le roba bienes. La insulta y denigra como mujer. Le destroza la casa. El último episodio de violencia de género que sufrió fue el fin de semana. Le realizó una escena de celos, la amenazó de muerte y le rompió toda su ropa en el patio.
Una estudiante de 35 años mantuvo un concubinato con su novio de la adolescencia durante unos 20 años. Fruto de la relación tuvieron tres hijos, que en la actualidad tienen 18, 13 y 6 años. Pero los días felices y de risas quedaron atrás. Se convirtieron en un verdadero calvario, por lo que decidieron poner fin a la relación hace dos años. El motivo que alentó a la mujer a decir “basta” fueron los constantes hechos de violencia de género que sufría. Además, de la violencia económica que el agresor ejercía en ella.
El día que el concubinato terminó, el sujeto de 39 años, residente en el barrio Santa Lucía de la Capital, decidió irse llevándose solo su ropa. Cada tanto, volvía a la casa para ver a los hijos, a quienes había dejado de pasar la cuota por alimentos o dinero. La mujer, tratando de conseguir paz, no reclamó nada. Con trabajo duro y constante, logra sacar adelante a su familia.
Pero el domingo, el sujeto se presentó en la casa de la mujer. Le dijo que “extraña a sus hijos y que quería verlos”. La mujer aceptó que los visitara, por lo que se hizo presente en la casa del barrio Villa del Carmen. En el lugar estaban dos vecinos, con quienes la víctima trabaja. El sujeto comenzó a realizarle una escena de celos, aduciendo que “mantenía un romance con alguno de los sujetos”.
Posteriormente, comenzó a amenazarla de muerte. Le pidió que se retirara, pero el agresor hizo caso omiso. Por lo que la mujer, para evitar un incidente mayor, decidió retirarse del sitio. De inmediato, el agresor le envió un mensaje que decía: “Volvé o te rompo toda la casa. Volvé p... de m...”.
La damnificada regresó a los minutos y encontró los muebles dañados. En el patio de la propiedad estaban sus prendas destrozadas en el piso y mojadas. Posteriormente, se dio con que le había robado herramientas que usa para su trabajo y se fugó, con rumbo desconocido.
La mujer, desesperada, llamó a la Policía y pidió ayuda; por lo que fue entrevistada por los efectivos de la Comisaría Comunitaria 59 y luego radicó la denuncia penal correspondiente.
