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Policiales #Conmoción

Horror: mató a golpes a su esposa y a su hijo de 7 años, y se suicidó

El doble crimen se descubrió tras un llamado a la Policía de la directora del colegio, preocupada porque el chico llevaba tres días sin ir a clases. El informe

León llevaba tres días sin ir al colegio. Sin novedades de él ni de su familia, la directora se preocupó y dio aviso al 911. Este jueves, la policía llegó a la casa y al ingresar encontró una escena horrorosa: el nene de 7 y sus padres estaban muertos dentro de su casa en Florida, Vicente López. Todo indica que el padre mató a golpes a su esposa y a su hijo y luego se suicidó.

 

La escena del doble crimen fue una casa ubicada sobre Julio Argentino Roca 2198, en la esquina con España, en Vicente López. Las víctimas fueron identificadas como León Cáceres (7) y Daniela Carco (44). Mientras que Gabriel Eduardo Cáceres (44) está señalado como el autor del hecho, que después se quitó la vida.

 

La Policía recibió el alerta por parte de la directora de la Escuela Waldorf Cuarto Creciente, Marisol Quintas, y de Ximena Correa, una docente de la institución ubicada en la Güemes al 1700 (a siete cuadras del lugar), al notar que el nene faltaba a clases desde hacía tres días y no podía contactarse con la familia.

 

Con autorización judicial los agentes, ingresaron a la casa con ayuda de un cerrajero y encontraron los tres cadáveres.

 

Daniela y León presentaban golpes en diferentes parte del cuerpo, cortes y se encontraban recostados en la cama de la habitación matrimonial; mientras que Cáceres estaba tirado en la bañera con aparentes signos de envenenamiento y sus brazos presentaban cortes autoinfligidos, según informó el fiscal Gastón Larramendi, quien estuvo a cargo del caso en un primer momento. Luego, por el contexto de violencia de género, la investigación pasó a manos de la fiscal especializada Lida Osores Soler. 

 

"Mi marido pasó el miércoles por la esquina y le llamó la atención que desde el balcón de la primera planta de la casa de ellos caía agua... Ahora entendemos todo. No lo podemos creer, los vimos hace tres o cuadro días caminando por acá, los tres juntos, de la mano", cuenta Victoria, vecina de la casa lindera de los Cáceres, sobre la calle España.

 

"Una pared divide nuestra casa de la de ellos y no escuchamos nada de nada. Si hubo golpes y puñaladas como se dice, ¿¡cómo no se escuchó nada!?", se pregunta conmovida la vecina.

 

Eduardo, el marido de Victoria, agrega que "la familia era nueva en el barrio, se mudaron hace tres o cuatro meses y si bien no eran de mucho conversar, sí eran muy correctos, especialmente el hombre, muy amable y respetuoso. No lo puedo creer".

 

La calle Julio A. Roca, en Florida Este, es una arteria importante que en cinco minutos de auto desemboca en la Panamericana.

 

"Después de las cinco de la tarde, hay más autos que peatones. Es una zona muy bonita, de clase media alta, casas bajas y muy tranquila, cuyo principal movimiento se desprende del colegio Santa Teresita del Niño Jesús, un coloso que alberga a más de 900 alumnos. En el verano hubo algunos robos a casas que estaban marcadas, pero después no mucho más que eso", describe Silvina, al frente de su librería a cien metros de la casa de los Cáceres.

 

"El chat vecinal está revolucionado, porque no estamos acostumbrados a tener la calle cerrada y tanta presencia policial. Desde temprano un vecino contó lo que pasaba y empezaron los chismes y hasta ahora (pasadas las 18) no pararon. Se dicen muchas cosas de esa casa, que la persiana siempre estaba baja, que el tipo era un golpeador, pero en las redes se mostraban felices, como se miente con tal de aparentar".

 

Tanto Gabriel como Daniela se mostraban activos en Facebook hasta en los últimos días. Hasta llamaron la atención las fotos recientes, en las que aparece la pareja sonriente, besándose o mirándose con cariño, también hay imágenes de la madre y el hijo, y también la otra hija adolescente, que la mujer tuvo con una pareja anterior. Además, en los posteos de individuales, siempre aparecía un like o un corazoncito de la otra parte. 

 

Según se pudo averiguar, Cáceres estaba dedicado a la construcción. Tenía una empresa, Luzart Redes, dedicada a la "ingeniería de montajes para la arquitectura corporativa". Carco era licenciada en Comunicación, realizaba talleres de escritura y también trabajaba en su casa. Era oriunda de Bariloche. 

 

Clarín asistió al colegio Cuarto Creciente, de educación Waldorf -que este jueves tuvo clases por la mañana, pero estaba cerrado por la tarde- y encontró a un grupo de docentes, encapuchadas, que se mostraron herméticas y decididas a no hablar. "No esperen que alguien les diga algo, nadie hablará", lanzó lacónica una maestra que abandonó la institución en bicicleta. Minutos más tarde, una decena de profesores planificaron una salida en conjunta, a paso acelerado, desbloqueando cualquier intento de los medios por tener su palabra.

 

Denuncia previa

Carco y Cáceres son pareja hace más de 10 años. Además del hijo de 7, la familia estaba conformada por una hija de la mujer, de 19 años.

 

Esa joven denunció a su padrastro el 10 de enero del año pasado, cuando tenía 17, por violencia de género. Dijo que la primera vez que Cáceres la golpeó fue a los 14, cuando la vio con un amigo. Y que desde entonces las agresiones fueron en aumento, incluso con su madre de testigo.

 

El hecho que la llevó a hacer la denuncia ocurrió entre el 8 y el 9 de enero del año pasado cuando la joven quiso salir a buscar trabajo en los negocios de la zona. "Vos no tenés permiso para salir, voy a llamar a tu mamá y vamos a tener problemas", le dijo él, según la denuncia.

 

Esa noche hubo una discusión, que siguió el día después y el hombre la intimó a que obedeciera o se fuera de casa. La chica contó que se armó el bolso para irse y cuando abrió la puerta, Cáceres la agarró de los pelos y la llevó adentro. Luego empezó a darle golpes a mano abierta en la cabeza y de puño en la espalda y los hombros. Después la tiró al piso y la arrastró. Como la víctima empezó a gritar, un vecino llamó al 911 y la Policía fue al lugar.

 

Según la denunciante, su madre le pidió a su hija que les dijera a los agentes que todo "era un mal entendido" para que se fueran. Pero la joven le relató a los policías lo que ocurrió, se fue de la casa y al otro día hizo la denuncia.

 

Un caso similar, en Córdoba

El doble crimen en Vicente López ocurrió a dos meses de otro de similares características en la localidad cordobesa de Morteros.

 

Sergio Domingo Galarza, de 43 años, mató a su esposa Susana Chiappero (34) de dos puñaladas. Luego, le hizo dos heridas cortantes a su hijo, de 4.

 

Más tarde, el autor del doble asesinato se ahorcó y acabó también con su vida. Todo pasó en la vivienda donde vivían, ubicada en la esquina de Suipacha y Alberdi.

 

Una amiga de la mujer asesinada reveló que fue su hija fue quien llamó a la Policía y reveló que la pareja mantenía fuertes discusiones desde hace tiempo.

 

"Ellos estaban separados, pero vivían en la misma casa. Él no quería irse, ella lo echaba, pero él no se iba", reveló.

 

El fiscal Juan Ávila Echenique caratuló el expediente como "doble homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género, seguido de suicidio".

Suicidio
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