La Oficina de Derechos Humanos también ha mostrado su consternación por la muerte de al menos 23 migrantes en la frontera entre Marruecos y España y de 50 más en Texas, en Estados Unidos.
La ONU ha pedido a Marruecos y España que investiguen las circunstancias de lo ocurrido para depurar responsabilidades. Es el mayor número de muertes registrado en un solo incidente en muchos años de intentos de cruces a través de los enclaves españoles de Melilla y Ceuta. Otras 76 personas resultaron heridas, además de 140 guardias marroquíes.
“Hemos recibido informes de migrantes golpeados con porras, pateados, empujados y atacados con piedras por funcionarios marroquíes cuando intentaban escalar la valla de alambre de espino, de entre seis y diez metros de altura, que separa Marruecos de Melilla”, dijo la portavoz que pidió a los dos países que garanticen el “respeto de los derechos humanos de los migrantes en su frontera común y, en particular, que sus agentes fronterizos se abstengan de hacer un uso excesivo de la fuerza contra los migrantes”.
"Queda por establecer si las víctimas murieron al caer de la valla, en la estampida o como resultado de alguna acción de los agentes de fronteras", señaló el Comité de la ONU sobre los Trabajadores Migrantes, precisa la ONU.
En Texas, se han recuperado los cadáveres de 50 personas de origen mexicano, guatemalteco y hondureño en un cambión abandonado en el que presumiblemente habían cruzado la frontera. El Secretario General se mostró consternado por la tragedia y la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos dijo que “no es la primera de este tipo e ilustra la necesidad imperiosa de crear caminos para migrar legalmente y de hace rendir cuentas a los responsables directos de esta pérdida de vidas”.
