En 1997 una autora desconocida para la literatura y los lectores, publicaba bajo el seudónimo de J.K. Rowling, en el Reino Unido, su obra que años después sería una de las franquicias más grandes y que cautivó a muchos niños y jóvenes, hoy adultos, Harry Potter y la Piedra Filosofal.
El fenómeno que es comparado con grandes obras de la literatura mundial, por lo atrapante y generar universos fantásticos únicos. Pero sobre todo por el impacto en una era donde la TV estaba en su mayor auge y el consumo literario decrecía. Nace este bet seller que fue luego traducido a 62 idiomas distintos.
Es por ello que Nuevo Diario quiso ponerse en contacto con la licenciada Aracelí Acosta, que su tesis abordó el fenómeno literario y el impacto en jóvenes y niños que hoy adultos continúan cediendo el legado y conjuros a sus hijos.
“En una época donde había al menos una televisión en cada hogar y el cine tenía un lugar especial para los tiempos libres y los libros quedaron relegados a otro plano”, comentó la licenciada. “Y por arte de magia surgió Harry Potter. Pero antes recordar las decenas de veces que el manuscrito, siendo que no contaba con una máquina de escribir, fue rechazado por muchas editoriales que se leerían y argumentaban que ningún niño en el mundo iba a leer un libro de más de 200 páginas”, comentó Acosta y acotó que luego de que una de las editoriales haya aceptado, en pocas semana se convirtió en best seller en el Reino Unido.
Impacto mágico
“Son libros extensos pero los niños lo devoraban, como por ejemplo, el más chico es el de ‘La Piedra Filosofal’, que tiene 254 páginas y ante esto surge la reconexión del libro con los pequeños, que deviene luego a un fanatismo y pasión por la historia”, comentó la licenciada en Comunicación.
Además, la profesional comentó la importancia que generó la figura de Harry Potter como “ese niño desprotegido en ciertos sentidos, sin los papás, pero que fue batiendo obstáculos y llegar a ser un héroe para toda una generación”, y que de seguro hoy celebrará el nacimiento de una magnífica historia.
