Al menos 121 niños han perdido la vida y 67 han resultado heridos en el terremoto de Afganistán, según las cifras de Unicef.
El Fondo de la ONU para la Infancia espera que estos números aumenten a medida que continúen las operaciones de búsqueda y rescate. En total más de mil personas han muerto y 1600 han resultado heridas. Según los informes, el distrito de Bermal, en la provincia de Paktika, tiene el mayor número de víctimas. Además, miles de viviendas están destruidas o dañadas.
Se necesita urgentemente proporcionar agua y saneamiento, ya que hay un importante riesgo de diarrea acuosa aguda, además de suministros médicos; atención traumatológica de emergencia y primeros auxilios y artículos de refugio, como mantas y tiendas de campaña; hay niñas y niños que necesitan apoyo psicosocial, incluidos los que han quedado separados de sus familias, precisa la ONU.
Un equipo de apoyo de UNICEF de 14 personas ha estado sobre el terreno en los distritos más afectados desde la mañana del 22 de junio. La agencia ha enviado nueve equipos móviles de salud y nutrición, medicamentos de emergencia, suministros para cuidados intensivos y 500 botiquines de primeros auxilios
Acnur ha desplegado personal para organizar refugios y entregado tiendas y otros materiales.
